El agua está erosionando el espacio y ha tirado el vallado que lo protegía
21 ene 2025 . Actualizado a las 22:54 h.El río Muíños marca la separación de Panxón con Praia América en Nigrán. Baja desde Chandebrito al arenal pasando por Camos y Porto do Molle y se reúne con el Atlántico en un lugar que cambia según los caprichos de la arena y las corrientes. «Nas fotos históricas vemos como a desembocadura modifícase cada certo tempo, pero nos últimos anos faino máis ca nunca», explica el biólogo, Juan Hermida. El último cambio ha llevado al río a comerse una zona de playa y a amenazar las dunas de Panxón. Coincidiendo con la marea alta, la fuerza del agua, impulsada por los temporales, erosiona la base de la duna que, poco a poco, va cediendo parte de su arena.
De hecho, en el río se golpean entre si los postes del vallado que protegía las dunas de las personas. El cambio de cauce ha llevado el agua varios metros al norte y ha erosionado con violencia la zona. Lo que antes era una superficie lisa hoy es un corte vertical de más de un metro de altura, lo que indica que la arena ha desaparecido por la potencia de la corriente. Es más, hace un tiempo se construyó en una zona un acceso a la playa desde el paseo. Hoy, por ahí no se puede llegar al mar, ya que el río interrumpe el paso.
«Estes cambios tan bruscos e constantes no tempo penso que se deben a tres condicionantes: Á subida do nivel do mar polo cambio climático, a continúa perda de area dunha praia á que se lle roubaron as súas dunas e a construción do Porto do Molle», opina Hermida. El río Muíños, antes de la construcción del polígono, bajaba con menos fuerza, ya que su cauce era más amplio y vertía parte de su agua en zonas inundables de la zona, pero, ahora, con la impermeabilización realizada con el desarrollo del polígono «o río baixa con máis forza, o que aumenta en gran medida a súa capacidade erosiva».

Para el biólogo, una posible solución que mitigaría la erosión de las dunas, consistiría en tratar de naturalizar el desagüe del río. El Muíños, justo antes de llegar a la playa, está encauzado por una gran tubería que mira al norte, «xusto a orientación á que cambiou o río para afectar as dunas», y que provocan que el agua desemboque con más potencia. «Deixar que o río fose máis libre axudaría a limitar tamén a súa forza erosiva», indica Hermida.
El educador ambiental de Amigos da Terra, Antón Lois, también incide en que este efecto se ve reforzado por el cambio del régimen de lluvias. «Antes chovía dunha forma máis suave e continua, pero agora a tendencia é que se descargue de forma máis torrencial. Isto supón que a súa capacidade de erosión sexa moito maior», explica.
Además, recuerda que la construcción de infraestructuras marinas también ha provocado que cambien las dinámicas de las corrientes y, por consiguiente, su aportación de arena. «No pasado, o mar e o río sedimentaban esta zona, pero os cambios na ría fan que agora erosione», concluye. Hermida coincide con Lois y recuerda que Praia América y Panxón «non están conseguindo recuperar a area que perderon nos últimos temporais. De feito, xa hai zonas que con marea alta desaparecen».