Elude comprometer la ruta a Londres más allá de octubre, pese al contrato con el Concello y que ya vende billetes a Stansted desde siete pistas españolas y Oporto hasta abril del 2026
25 ene 2025 . Actualizado a las 21:34 h.La decisión de Ryanair de recortar su actividad en diversos aeropuertos españoles, como medida de presión para exigir a Aena tasas más reducidas, abre una incógnita sobre la continuidad del vuelo que opera entre Vigo y Londres Stansted con respaldo económico del Ayuntamiento olívico. Aunque el contrato municipal adjudicado a la aerolínea por 1,81 millones de euros, tiene una vigencia de tres años, y cubre los ejercicios de 2023, 24 y 25, la compañía ni tiene a la venta ni compromete su continuidad entre Peinador y la capital británica más allá del próximo 25 de octubre.
Elena Cabrera, responsable de Ryanair para España y Portugal, limitó ayer a la próxima temporada aérea de verano (del 30 de marzo a finales de octubre) cualquier indicación sobre la continuidad de la aerolínea en Vigo y de la única ruta que mantendrá tras el cierre de la de Barcelona, prevista para el 28 de marzo.
«Solo podemos hablar de verano del 25 y, por ahora, la ruta de Londres sigue operativa», respondió así a la cuestión planteada por La Voz. El «por ahora» de la directiva de Ryanair alimenta las dudas sobre el momento en el que la aerolínea vislumbra el final del contrato firmado con el Concello, tras ser la única ofertante al concurso celebrado para buscar compañías que ofertasen vuelos a Londres.
La adjudicación establece que la duración del contrato será de 36 meses exactos, así como que su «plazo de ejecución» comenzó el 1 de enero de 2023. Pero en realidad, este se otorgó el 3 de marzo de ese año, e incluso la formulación del acuerdo no se realizó hasta el 27 de ese mes, llegando al día siguiente el primer vuelo entre Londres y Peinador.
Si se toma el plazo de ejecución como fecha de inicio del contrato, Ryanair tendría que seguir operando su ruta con Stansted hasta el 31 de diciembre de este año, y hasta el 3 de marzo del año que viene, si se comienza a contar desde el instante en el que se le adjudicó el concurso.
Sea una u otra la fecha, la compañía irlandesa frena, de momento, en el 25 de octubre el período de venta de billetes para el único destino internacional que le queda al aeropuerto de Vigo, y como indica la responsable de la aerolínea, en el caso de Peinador solo puede hablar de la temporada de verano.
En cambio, no hace lo mismo Ryanair con la ruta de Londres Stansted para otras ciudades españolas. Hoy ya es posible comprar billetes para volar hasta el 28 de marzo del 2026 con la compañía de bajo coste a la capital londinense desde Madrid, Barcelona, Alicante, Palma de Mallorca, Fuerteventura, Gran Canaria y Lanzarote, e incluso también desde Oporto. Es decir, que mientras sus planes para Vigo no van más allá de los próximos ocho meses, en otras plazas ya está diseñada y a disposición de los viajeros la temporada de invierno que llega hasta el 2026.
El Ayuntamiento de Vigo ha abierto dos expedientes sancionadores a Ryanair «por incumplimientos graves del contrato» que vincula a ambos. El alcalde vigués, Abel Caballero, advirtió que la compañía no respetó el número de vuelos pactados, al suprimir la tercera frecuencia semanal durante parte del verano del 2024.
«La ruta a Londres está vinculada a un contrato de promoción con el Ayuntamiento que la compañía Ryanair ha incumplido con faltas graves», ha advertido Caballero al motivar los expedientes sancionadores abiertos.
Malos antecedentes
La relación entre la aerolínea y el gobierno municipal se había agriado ya en el año 2018, en su primera etapa en Peinador, cuando tras recibir 4,47 millones de euros del Concello exigió para continuar una subvención tres veces mayor por asiento que la que había percibido para operar desde Peinador con Bolonia, Milán Malpensa, Dublín, Edimburgo y Barcelona. La falta de acuerdo hizo que Ryanair se marchase de Vigo en el 2019. Y por sorpresa, en octubre del 2021 abrió por cuenta propia la ruta de Barcelona, pero con la intención clara de lograr de nuevo apoyos económico públicos para ofrecer nuevos destinos, como así acabó ocurriendo con Londres.