La asociación que llevó el refugio de A Madroa, al borde de su disolución

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Se han ofrecido para pasear a los perros y a divulgar las adopciones en las redes sociales pero no han recibido respuesta

28 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La Asociación Protectora de Animales y Plantas de Vigo está a punto de desaparecer después de más de 70 años de historia. Fue el colectivo que se hizo cargo durante 51 años del refugio de animales de A Madroa, al que querían seguir vinculados en labores de sensibilización para fomentar las adopciones de perros abandonados.

Sin embargo, la empresa que gestiona este servicio desde septiembre del año pasado les ha dado la espalda y tampoco el Concello está interesado en que colaboren. El presidente de la entidad, Andrés León, afirma que no tendrán más remedio que disolver la entidad si no reciben la llamada del Ayuntamiento o de la adjudicataria antes de que, a finales de febrero, celebren su asamblea general ordinaria en la que rindan cuentas de sus actividades. «Si no tenemos noticias, tendremos que disolver la asociación o ver qué se les propone a los socios. No vemos ningún tipo de movimiento ni de interés ni por parte del Concello ni de la empresa», lamenta Andrés León. Recuerda que tenían un convenio de colaboración con el Ayuntamiento. «El Concello sacó un concurso para licitar la gestión del refugio por una cantidad insultante de dinero comparado con lo que nos daban. Percibíamos 140.000 euros al año, mientras que a Servigal le dan 70.000 euros al mes. Nos sacaron de en medio», critica.

Los responsables de la entidad han iniciado una ronda de contactos con representantes políticos con el objetivo de poder llegar in extremis a algún acuerdo de colaboración en el refugio, bien para organizar paseos con los perros que están enjaulados, campañas de concienciación de adopción responsable. «Hay muchos campos en los que se podría colaborar. Debe ser que no quieren nada con nadie y en esas estamos», afirma el presidente de la entidad. Desde la asociación entienden que una cosa es el trabajo diario, la limpieza, alimentación y la gestión empresarial del refugio, y otra es la parte social, en la que esperaban colaborar. «Siempre se nos dijo que sí, que contaban con nosotros, pero no sabemos nada de ello», lamenta. Si a finales de febrero continúan sin un plan concreto de actuación en el refugio de A Madroa, no tendrán más remedio que formalizar la disolución de la asociación.

Andrés León recuerda que les habían garantizado que iban a seguir vinculados al refugio para poder continuar aportando su experiencia después de tantos años de servicio. En el momento en el que la nueva concesionaria asumió el servicio el 1 de septiembre, les pidieron un mes de plazo para empezar a funcionar.

Se trata de una cuestión que les pareció razonable pero, tras dos meses sin saber nada, enviaron un correo electrónico a los responsables de la empresa y del Concello para poder dar forma a un convenio de colaboración. Sin embargo, nunca obtuvieron respuesta, generando una gran inquietud entre los socios. La entidad cuenta con más de 600 socios, que trabajaron para fomentar las adopciones y cambiar la idea de que A Madroa es una perrera.

Los miembros de la asociación quieren continuar vinculados al refugio en defensa del bienestar de los animales que acaban en estas instalaciones tras ser abandonados en la calle. Desean colaborar en la parte social, como los paseos dominicales para aliviar el estrés de los perros, o la divulgación de las adopciones en las redes sociales o en los centros educativos. Sin embargo, lamentan que, con el cambio en la concesión, ya no deseen contar con ellos ni con la experiencia acumulada durante años.