
La capitana del equipo de División de Honor femenina de A Guarda, Míriam Sempere, se marcha a final de temporada para estar cerca de su familia
01 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Míriam Sempere (Santa Pola, 995), capitana de un Guardés líder en liga y clasificado para la fase final de la Copa de la Reina, deja el club a final de temporada. Lo anunció hace unos días, tras comunicárselo a la entidad en cuanto lo tuvo claro. Va a cerrar una etapa para la que solo tiene palabras de gratitud y, por eso, va a seguir poniendo todo de su parte en los meses que quedan para despedirse de la mejor manera. «Me encantaría que fuera con un título, pero si no, será de todas formas en una temporada en la que estamos haciendo algo épico cuando nadie apostaba por nosotras, ni nosotras mismas».
La marcha de la jugadora ilicitana responde a cuestiones estrictamente personales. «Aquí estoy muy bien. Ha sido una decisión complicada», introduce. En este 2025, cumplirá 30 años y dice «te vas haciendo mayor, vas viendo que la vida sigue y se suman circunstancias que hacen que tomes la decisión», aunque afirma que no ha habido un detonante concreto. «Vas viendo que quieres tener una vida normal», expresa.
Da este paso en un momento en que se siente «muy tranquila a nivel deportivo», habiéndose demostrado a sí misma que valía, pues confiesa que en determinados momentos, hubo quien le hizo sentir lo contrario. «Cuando te demuestras a ti misma que sí, te quedas tranquila», y el Guardés ha sido el club que le ha dado esa oportunidad. «Ya no estoy en deuda conmigo misma, y eso me da el empujón», señala.
Explica que la temporada pasada renovó convencida, que el planteamiento actual es más reciente, aunque haya habido otros momentos de duda pasajeros antes. «Veo que tengo continuidad y un nivel que no había alcanzado todavía. También tengo proyectos con mi pareja, pasan cosas familiares, los papás se hacen mayores… Es un poco todo que se suma», explica. Después de Navidad, fue cuando lo tuvo claro y el club, que le iba a ofrecer la renovación, lo entendió perfectamente. «Se han portado superbién, lo han respetado. Quería avisar cuanto antes para que puedan buscar (una sustituta)».
Estos últimos meses quiere vivirlos «disfrutando todo al 100 %». Por su cabeza ya pasa en cada partido que puede que no vuelva a jugar en esa pista. Y con la afición local aún no se ha reencontrado desde que lo anunció. «Va a ser duro cuando me tope frente a frente con la peña (O Inferno A Sangriña). Quiero disfrutar de ellos al máximo, y del balonmano, de mis compañeras». Relata que esta semana, al afrontar la clasificación para la fase final de la Copa de la Reina, se decía: «Quiero ganar ahora, para jugar esta Copa con vosotras, con este equipo, con esta gente y este pueblo que me ha dado tantísimo. Quiero dar todo lo que pueda al Guardés hasta el último día».
A la pregunta de si este adiós es una motivación extra para seguir aspirando al máximo, admite que le «encantaría irse de A Guarda levantando un título». Pero argumenta que el éxito es lo que ya han logrado. «Lo que estamos haciendo lo vamos a recordar el día de mañana. Estamos ahí pese a ser pocas, a todo lo que ha pasado. Es de valorar y lo haremos con el tiempo, seguro».
Sempere trabaja como fisioterapeuta y, por ahora, no tiene nada concreto ni a nivel laboral ni en el balonmano en su tierra. «Lo único que tenía claro es que quería estar cerca de la familia, que a veces nos olvidamos de esas cosas», apunta. Y a partir de ahí, verá lo que viene. «Voy a jugar seguro, porque soy una friki y si es en la última categoría, ahí será. En cuanto al trabajo, buscaré, y quiero seguir formándome, pero si tengo que trabajar de otra cosa, lo haré. Eso no me quita el sueño», destaca.
Se va siendo capitana, un rol que nunca pensó tener cuando llegó desde Plata con todo por demostrar. Y no descarta que sea en el mejor momento de su carrera. «Podría decirse que sí, porque se ha juntado todo: es cuando mejor estoy psicológicamente, físicamente me encuentro bien, el equipo está cohesionado… Y hay portería cuando hay defensa», recuerda. Por todo ello, y por lo buena que ha sido esta etapa de un lustro, se irá con buen sabor de boca pase lo que pase en estos meses. De momento, hoy se miden al Morvedre.