Cristina Cantero analiza el impacto de la americana y el cambio exterior en un Celta que llegó al parón encadenando dos triunfos por primera vez
04 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El Celta de la Liga Femenina 1 de baloncesto vive su parón más feliz: sumando dos triunfos consecutivos por primera vez en la temporada, uno de ellos, asaltando el mítico Príncipe Felipe, y con la sensación de que ha dado con la tecla para tener, al fin, una plantilla equilibrada y con una jugadora diferencial interior como Quinn Dornstauder. Con la canadiense de pasaporte polaco en la pista, las celestes han ganado los dos partidos.
Pero en un inicio de año movido, la pívot no fue la única novedad y el club anunció el sábado el adiós de Brynna Maxwell, una alero que había pedido salir tres semanas antes por falta de adaptación. Por eso ya estaba trabajando con el equipo Naomie Alnatas, pero la francesa nacida en Guayana y que ocupa plaza de conotu lleva tiempo parada, llegó con un problema de tobillo y está por ver cuál es su rendimiento en una recta final de temporada que comenzará el jueves de la próxima semana.
«Sin Quinn, hemos estamos cojas. Primero, porque Blessing (Ejiofor) llegó un mes tarde, cuando llegó, o no se adaptó o no tuvo el impacto que nosotros buscábamos, y Quuinn te cambia en todo. Tienes a una jugadora que quiere jugar de espaldas, es mucho más determinante», comenta la entrenadora del equipo, Cristina Cantero, sobre el papel de la nuevo pívot del Celta.
La entrenadora reconoce sin tapujos que no acertaron con Blessing. «No se adaptó, no nos daba el nivel que nosotros necesitábamos y Quinn (Dornstauder) tiene más experiencia, ha jugado en el baloncesto español cuatro años, es una jugadora con tablas y eso nos va a permitir empaquetar mejor el juego, tener mucho más equilibrio entre nuestro juego interior y las exteriores. Todo tiene más sentido y así es un poco más fácil. con ella ganamos más claridad en la ejecución».
El siguiente paso es integrar a Naomie Alnatas, la base-escolta que releva a una Maxwell que solicitó causar baja: «Tenía problemas de adaptación, no se veía, no estaba todo lo feliz que ella quería ser. Ella, a partir de las Navidades, bajó su rendimiento y su estado de ánimo era mucho peor, aunque seguía cumpliendo», dice Cantero. Brynna le explicó al club que no tenía equipo y que no iba a fichar en ningún otro sitio, simplemente que «no se veía con fuerzas para pelear por ser mejor». Cuando se lo comunicó, el club le pidió tres semanas, hasta el parón FIBA de febrero, para buscar sustituta. «Nos movimos en el mercado y vimos que Naomie Alnatas nos podía sumar, aunque es muy diferente a Maxwell». En realidad, es alero una base escolta.
La llegada de Alnatas, unida a la permanencia en el plantel de Matea Tadic y Lucía Gutiérrez, hace que el Celta cuente con tres jugadoras que pueden actuar en el puesto de base, pero la entrenadora habla de «reajustar la plantilla», ya que la francesa puede jugar de dos, igual que Lucía, que lo hacía en el Estudiantes.
La que parece intocable como base es Tadic, que en Zaragoza firmó un partido colosal pese a jugar 39 minutos. «Creo que tiene incluso más nivel. Es una jugadora que va buscando a las demás y cuando ve que necesita ella un poco más, tira más. La idea es que pueda sumar puntos, además de la dirección y de defender», dice la entrenadora de la croata.
De entrada, el primer objetivo es poner a tono a Alnatas. «No es lo mismo que Quinn, que venía de jugar en Turquía los días anteriores. Ella viene sin jugar, físicamente todavía no está, arrastraba un problema de tobillo que le estamos cuidando, pero creo que nos puede aportar». Tendrá que hacerlo rápido.
«Tengo claro que la salvación va a estar en los partidos de casa»
Cristina Cantero no esconde su alegría por superar a Estudiantes y Zaragoza, dos equipos de la zona alta, de un modo consecutivo: «Es la primera vez en la temporada que conseguimos dos victorias seguidas y eso lo que te da es mucho ánimo, refuerza la línea de trabajo y te permite seguir creciendo. Somos competitivas». De mismo modo, avisa que les «permite estar ahí en la pelea y no caer. Esto va a ser muy difícil». Ahora, a la vuelta de un parón de selecciones que se llevó a Tadic y Luize Sila, les esperan dos partidos seguidos como locales en Navia, ante el Gernika y el Avenida. «Son en casa y nosotros en Navia tenemos que rascar como sea. Tengo claro que la salvación va a estar en casa».