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El Sergas todavía no ha decidido en qué ambulatorios habrá profesionales
12 feb 2025 . Actualizado a las 01:03 h.El plan inicial para dotar de nutricionistas a los centros de salud de Galicia, que comenzó en diciembre del año 2022, ha llegado a su fin. Hasta ahora, quince profesionales de este campo han trabajado en la atención primaria de Vigo. A partir del próximo mes, quedarán nueve.
Aquel plan piloto se hizo gracias a la inyección de fondos europeos de recuperación de la pandemia que debían usarse para que no caducasen. Esos fondos se han acabado. Por eso se reducirá la cifra. El proyecto «tiña unha duración determinada que xa finalizou», explica el Servizo Galego de Saúde a través de un portavoz.
La Xunta presupuestó 45 plazas para este año en toda Galicia y nueve corresponden a Vigo. A los profesionales les han transmitido que el 28 de febrero será el último día con quince nutricionistas en Vigo y que a partir del 1 de marzo quedarán nueve. Sanidade asegura que este movimiento supone «consolidar unha prestación que anteriormente estaba cuberta de maneira temporal», ya que dependía de un plan piloto.
En las últimas semanas se ha puesto en marcha la selección del personal. El Sergas ha abierto las listas de contratación, que implican puntuar a las personas que se postulan, dando más puntos a las personas con más experiencia laboral en la sanidad pública. La categoría de dietista-nutricionista de atención primaria se creó también en diciembre del 2022. Hasta entonces no la había, de modo que el Sergas no podía contratar a estos profesionales. La mayoría de los que reclutó estaban ejerciendo entonces en clínicas privadas.
Todavía no se sabe a qué centros de salud se adscribirán estos sanitarios. Ellos mismos lo desconocen. Según un portavoz del Sergas, «estase a planificar coa consellería a súa distribución». Sanidade garantiza que toda la población del área sanitaria de Vigo quedará cubierta mediante la creación de un sistema de turnos.
En este momento, hay ocho nutricionistas-dietistas que trabajan en centros de salud de Vigo. Los otros siete se reparten por los municipios que conforman el área sanitaria.
Hasta ahora, había nutricionistas que cambiaban de centro de salud varios días por semana, para llegar a más ciudadanos. En otros casos, eran los usuarios los que debían desplazarse a un ambulatorio distinto al suyo, a veces en otro municipio, igual que sucede con los odontólogos o las matronas.
Su cartera de servicios ha ido ampliándose. Inicialmente, sus funciones se dirigían a asesorar a personas con problemas de salud como obesidad, diabetes o colesterol alto. Pero en algunos centros de salud se pusieron en marcha programas de control del peso en población con riesgo de obesidad o en el diseño de dietas, entre otros programas.
Fuentes de este colectivo explican que hay profesionales con mucha actividad y otros que tienen menos. Depende mucho de la integración en los equipos de atención primaria, ya que hay muchos médicos, pediatras o enfermeras que derivan a sus pacientes al nutricionista y otros donde este contacto no es tan fluido. El Sergas asegura que a partir de ahora la cartera de servicios «dará continuidade á liña de traballo da actual pilotaxe».
La Consellería de Sanidade asegura que los resultados son positivos. «A creación de 45 prazas será grande avance, e só o comezo dun proxecto que continuará crecendo para cubrir as necesidades da poboación», dice un portavoz.
Más de la mitad de la población gallega supera los umbrales del exceso de peso
El Sergas asegura que «a incorporación de nutricionistas ao sistema sanitario público en Galicia, das primeiras en facelo xunto con Cataluña, implica unha loita contra a obesidade, a diabetes, a hipertensión e outras enfermidades crónicas directamente desde os centros de saúde». La última encuesta europea de salud (datos del 2020) puso sobre la mesa que más de la población gallega tiene exceso de peso. Según esos datos, Galicia es la quinta peor comunidad autónoma. Está por detrás de Murcia, Andalucía, Canarias y Castilla-La Mancha. En Galicia, el 55,7 % de la población está por encima de lo que debería. La media española es de 53,6 %.
Esto abarca dos realidades, el sobrepeso y la obesidad. La medida estándar es el índice de masa corporal. Es un parámetro que muchas voces expertas cuestionan, porque es limitado, pero que se sigue utilizando. Consiste en dividir el peso (en kilos) entre la altura al cuadrado (en metros). Si el resultado está entre 25 y 30, el usuario padece sobrepeso. Si supera los 30, está en rangos de obesidad. Una persona que mida 1,75 metros entra en sobrepeso si llega a 77 kilos, y alcanza el límite de la obesidad cuando pesa 92 kilos.
Pues bien, el 39,2 % de la población gallega está en sobrepeso, según aquella encuesta, y el 16,5 % está ya en obesidad.
Por sexos, los hombres están peor. Dos de cada tres adultos del sexo masculino (el 62,7 %) superan los límites. En las mujeres son algo menos de la mitad (el 49,3 %). La gran diferencia está en el sobrepeso, ya que en la obesidad, que es una patología grave, ambos sexos están entre el 16 y el 17 %.