Un vigués se libra de pagar un recibo de 5.158 euros por el agua: «Me acusaban de robarla»

Un vecino de la parroquia de Beade acaba de librarse de pagar más de 5.000 euros que le exigían el Concello y la empresa concesionaria del servicio de agua por una supuesta conexión ilegal. Así lo ha resuelto el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Vigo en una sentencia. El fallo estima íntegramente el recurso interpuesto por el abonado al que la concesionaria acusaba de robar el agua y quiso cobrarle como si el grifo estuviera abierto las 24 horas del día durante un año.

El problema, según explica Antón, surgió durante una inspección para el cambio de contadores. «Los vecinos habíamos hecho una traída y había una instalación antigua. Tenía un baypass anulado, pero debía estar deteriorado y, cuando hicieron pruebas de presión, había un pequeño retorno. Concluyeron que había una derivación y que estaba robando el agua», relata. La visita técnica, realizada por FCC Aqualia Vigo UTE, acabó en julio con una liquidación de 5.158,52 euros. Según el expediente, se detectó una derivación de caudal no autorizada en la acometida de su vivienda. El Concello consideró que existía una conexión fraudulenta a la red de abastecimiento y reclamó esa cantidad por consumo indebido. El afectado recurrió la resolución por vía judicial. Alegó que la derivación señalada no estaba en uso y pertenecía a una antigua instalación asociada a la comunidad de montes de Beade. Subrayó, además, que fue él mismo quien pidió a Aqualia que revisara la instalación por una fuga de agua. El juez consideró este gesto contrario al de quien trata de defraudar. La sentencia desmonta la tesis de la conexión ilegal. El magistrado concluye que no se ha acreditado que el recurrente usara la antigua derivación ni que actuara con mala fe.

 Consumo bajo

Al contrario, señala que los consumos registrados eran propios de una vivienda unifamiliar. «Me imputaron un consumo continuo durante 24 horas y, para calcular lo que debía, midieron el diámetro de la tubería. Pero yo vivo solo, no tengo piscina ni riegos. Nunca he tenido un consumo alto», afirma Antón. El juez también aprecia indicios de caducidad en la tramitación del expediente sancionador. En consecuencia, anula la resolución municipal de 5 de julio del 2024 y exonera al vecino. «Estoy acostumbrado a lidiar con situaciones complicadas y uso la inteligencia para resolverlas. No me preocupa en exceso cuando miro el problema y veo que puedo con él», dice Antón. La sentencia, que no es susceptible de recurso, también acuerda que no haya imposición de costas, por lo que el abonado deberá costear los gastos judiciales que dedicó a defenderse.

El Concello y la concesionaria ya han recibido la notificación para dejar sin efecto la factura, y la resolución se ha comunicado al servicio de recaudación ejecutiva

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