El Cangas se despide con derrota ante un Anaitasuna que desciende igualmente

Trago doblemente amargo para Nacho Moyano ayer, en la pista en la que ejercerá de técnico local la próxima temporada. Porque en su despedida del Cangas, con los deberes hechos en forma de permanencia certificada, el técnico madrileño se medía a su futuro club, donde recalará tras poner fin por motivos personales a seis años en o Gatañal. Y los navarros se jugaban la permanencia sin depender de sí mismos: necesitaban ganar y esperar otros resultados, y solo se cumplió la primera premisa. Así, el entrenador pasará a dirigir en División de Honor Plata mientras el inquilino del banquillo del Anaitasuna ficha por el Cangas en un curioso intercambio.

El conjunto de Pamplona se impuso a los morracenses por 37-34 en la última jornada que, debido a lo sucedido en otras pistas, no le sirvió para agarrarse a la Asobal, de la que se despide 14 campañas después. El cuadro cangués, ya salvado, comenzó el partido con ímpetu, sin ceder un metro, respetando al resto de equipos involucrados en eludir el descenso, ante un conjunto local muy concentrado y que llegó al descanso con una cómoda ventaja (20-16).

El inicio del segundo acto estuvo marcado por las imprecisiones de ambos contendientes. El conjunto gallego, fiel a su competitividad, se fue hacia arriba y Quique Domínguez no lo vio claro y pidió tiempo muerto con 26-25. El guion fue a mejor para su equipo, que ganó el partido, pero el resto de resultados no benefició al Anaitasuna. El Puente Genil y el Huesca cumplieron ante el Bidasoa Irun y el Villa de Aranda y, 14 años después, Pamplona y Navarra no tendrán representante en la máxima categoría la próxima temporada. Ahora, el Cangas comienza una nueva era con Quique Dominguez.

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