Juzgan a un joven por hacer «edredoning» con una amiga dormida en su sofá tras salir de fiesta
VIGO

La denunciante de Vigo asegura que se quedó dormida en el sofá del cansancio y que «me desperté desnuda con él abrazado encima mía, no recuerdo nada»
03 jun 2025 . Actualizado a las 12:11 h.Un acusado ha sido juzgado este martes por agresión sexual a una joven amiga que se quedó dormida en el sofá de su piso mientras veían una película tras salir de fiesta por varios pubs y discotecas de Vigo el 1 de abril de 2023. Supuestamente, hizo «edredoning» con ella (actos sexuales y tocamientos bajo un edredón para evitar ser vistos por un amigo) pese a que la joven dice que estaba dormida y que no se acuerda de nada.
La denunciante asegura que cuando ella se despertó estaba completamente desnuda tumbada en el sofá con el hombre encima, también sin ropa, y abrazado a ella: «Me desperté desnuda con él abrazado encima mía, no recuerdo nada. Mientras dormía sentí un dolor extraño, estaba muy cansada y no me podía despertar». En el juicio, una de las partes le preguntó: «¿Es usted sonámbula?». Ella lo negó.
La joven sintió dolores y, tras hacer un examen médico, el cual detectó moratones y piernas hinchadas, denunció al acusado por mantener relaciones no consentidas.
El juicio se ha celebrado esta mañana en la Quinta Sección de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo. La Fiscalía no acusa.
La joven asegura que cuando estaban en el sofá ella vestía un top y una minifalda. El acusado le propuso ir tres veces a la habitación pero a ella no le gustaba él y le dijo que no quería nada, pues mantenía las distancias, pero sí aceptó que él le acariciase las piernas sobre su regazo, «lo que para mí no significa nada porque yo estaba muy cansada». Asegura que no tomó drogas ni alcohol en el piso del amigo.
Cuando despertó y vio el panorama, le pidió explicaciones a su anfitrión el cual se quedó sorprendido pues pensaba que ella estaba despierta mientras mantenían relaciones completas.
Un testigo creyó que la relación era consentida
Un amigo que estaba en el piso testificó que la denunciante y el acusado habían tenido relaciones consentidas. Vio al acusado y a ella en el sofá bajo el edredón y escuchó movimientos y gemidos y dedujo que él la tocaba a ella pero no vio nada raro. Más tarde, oyó un «no, no, no» de ella, siguieron esos sonidos y gemidos muy tímidos de ella. Cree que solo hubo tocamientos y que eran consentidos. Por la mañana, el testigo vio que la joven estaba muy dormida y se marchó del piso. Más tarde, la joven le llamó «asustada» y «me quedé en shock» al saber que las relaciones no habían sido consentidas».
A consecuencia de este episodio, la joven ingresó en tratamiento psiquiátrico. Ya había estado internada por depresión.
Otro testigo dijo que la joven, en un pub, se caía y fingía estar ebria. Una amiga del acusado habló bien de él: «Me ha ayudado mucho».
En la vista también declararon forenses del Imelga que explicaron su informe relativo a las lesiones que presentaba la denunciante.
Declaración del acusado
Según informa Europa Press, el acusado ha reconocido que se produjo ese encuentro en su domicilio, y ha narrado que la denunciante y él comenzaron a acariciarse, a masturbarse mutuamente y a mantener relaciones sexuales, incluso delante del amigo de ella, bajo el edredón, en el sofá.
Cuando el testigo se fue, ha explicado, ambos reanudaron el contacto íntimo y culminaron el coito, de forma «consentida». Tras eso, se quedaron dormidos y, horas después, la chica «se fue enfadada», aunque ha señalado que él no sabía la razón de ese enfado.
Por su parte, la forense que ha declarado como perito, ha explicado que, en el examen de la chica, se pudo apreciar una laceración en su mucosa vaginal, aunque ha matizado que pudo producirse por «cualquier tipo de fricción» y tenía una causa inespecífica. Igualmente, ha señalado que la joven presentaba algunos hematomas recientes en la cara interna de los muslos, pero también de origen «inespecífico».