
El excampeón de submarinismo expone en Afundación lo mejor de su obra pictórica. La ría de Vigo, en la que trabajó y rescató cadáveres, es protagonista
11 jun 2025 . Actualizado a las 04:50 h.Sigue buceando a los 82 años en la ría de Vigo todos los fines de semana y ahora se sumerge también en ella a través de la pintura. La retrata muy bien. Sus obras se cotizan a más de 10.000 euros. Horacio de la Campa es autor de enormes cuadros de hasta metro y medio de anchura por un metro y treinta centímetros de altura. Desde este miércoles expone lo mejor de su obra: veintiséis cuadros de estilo impresionista y abstracto componen la muestra Vento que se inaugura hoy en el centro social Afundación y que permanecerá abierta hasta el 12 de julio.
De la Campa ha sido durante décadas buceador profesional y ha rescatado muchos cadáveres del fondo de la ría porque es capaz de sumergirse a 40 metros de profundidad. Ha ganado muchos campeonatos, incluido el de España. «Empecé a bucear cuando aún no sabía nadar. Me tiraba del penedo que ya no existe, porque fue tapado, junto a la iglesia de Bouzas», relata. «Me zambullía en el agua y buceaba con un arco hecho con una varilla de paraguas. Disparaba flechas a los chocos para capturarlos», relata. Luego, estudió en la Escuela Náutica y se hizo patrón de pesca.
El ahora artista navegó durante varias mareas, pero luego se dedicó al submarinismo de manera profesional. Vivía de ello: «Me contrataban consignatarios y armadores», rememora. Trabajó de forma altruista con Salvamento Marítimo: «Cuando me pedían que rescatase algún ahogado lo hacía siempre sin cobrar». No es capaz de poner fechas de memoria, aunque recuerda perfectamente alguna de las recuperaciones de cuerpos que más le impresionaron. «Estaba en el Liceo de Bouzas y me llamaron con urgencia de Salvamento Marítimo. Me vinieron a recoger en un barco grande para llegar hasta una batea. Resulta que estaba un chaval pescando con el fusil y se le cayó al fondo entre las cuerdas y se ahogó allí. Estaba a muchos metros de profundidad y lo saqué muerto», asegura. Cuando le avisaban ya se iba mentalizando para lo que podría encontrarse.
De la Campa participó en algunos rescates complicados, como el del río Órbigo o el los tripulantes del Marbel, auténticas tragedias que marcaron la ría de Vigo. «Fuimos a recuperar cadáveres de modo altruista, pero la aseguradora del barco nos compensó el trabajo con el bronce que había en el casco hundido. Los sentimientos se le remueven en el corazón al rememorar otra búsqueda de hace treinta años, cuando recogió del fondo del mar a un niño en las islas Cíes. «Lo subí a la barca y estuve esperando seis horas a que vinieran del juzgado para asistir el levantamiento». Ha recorrido tanto la ría de Vigo que halló un pecio, el del Atxondo.
Recuerdos de Bouzas
Echa de menos otras épocas cuando el ecosistema no estaba tan dañado. «En Bouzas había ostras con perlas negras y desaparecieron. El relleno fue una burrada», denuncia.
Vivió en el barrio marinero de Bouzas toda su vida y ahora tiene el estudio de pintura en Chapela. Esa ría en la que tanto trabajó es ahora su objeto de inspiración, dice señalando a una estampa de O Berbés cuando bullía de actividad, mucho ante de acoger en sus entrañas un párking excavado sobre un relleno.
En la muestra que se abre hoy en la sala de Afundación se pueden ver obras con pinceladas impresionistas sobre los acantilados o sobre la lonja. «Fue un día en el que descargaban caballa y me rozaban las gaviotas mientras hacía las fotos en las que está basado el cuadro», explica. En la exposición Vento también hay pinturas abstractas. En una de las obras se ve a los percebeiros en las rocas donde se juegan la vida.
Horacio sigue disfrutando de sus años con una salud excelente y una actividad notable. «No paro en todo el día», asegura.