ETA preparó en 1980 un bajo en Bouzas para el secuestro de Gómez Franqueira

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO

El jefe del comando, Alcocer Gabaldón, fue detenido en un piso de la avenida de Castelao de Vigo al día siguiente del atentado frustrado en Cenlle

24 jun 2025 . Actualizado a las 11:29 h.

«Era amable, fino y caballero». Así describía en La Voz de Galicia del 13 de junio de 1980 la propietaria de un bajo de la calle de Casiano Martínez, en Bouzas, a la persona a quien, a comienzos de ese mismo año, había alquilado su propiedad. Ese día, la mujer se enteró de que su bajo había sido utilizado, en realidad, por el comando de ETA político-militar que intentó secuestrar al empresario Eulogio Gómez Franqueira. El asalto al fundador de Coren ocurrió el 10 de junio en su casa de Cenlle, en la provincia de Ourense.

Los seis integrantes de aquel comando de la banda terrorista asaltaron la casa del empresario y, al mismo tiempo, diputado de UCD en el Congreso, pidiendo que les dejaran hacer una llamada telefónica porque habían tenido una avería en su vehículo. Franqueira aprovechó un descuido de los terroristas para sacar una pistola y repeler el asalto. Los delincuentes salieron corriendo, pero uno de ellos fue alcanzado por los disparos.

El plan del comando era trasladar a Vigo al empresario para retenerlo en el bajo de Bouzas alquilado y preparado para un largo secuestro. Los etarras tenían en la ciudad olívica, además del mencionado local, un piso franco en la actual avenida de Castelao, que entonces todavía se denominada avenida de Samil. Allí fue a donde trasladaron al herido, José Antonio Alcocer Gabaldón, alias Zapatones. Viendo la gravedad de las heridas que presentaba, los otros miembros del comando abandonaron a su compañero y llamaron al servicio de urgencias de Vigo. Los sanitarios acudieron al lugar indicado acompañados de la policía. El etarra herido se había arrastrado hasta uno de los pisos del edificio para pedir ayuda.

Alcocer Gabaldón ingresó en lo que después se denominaría Hospital Xeral. Tras los primeros auxilios, y una vez que el herido, recuperó el tono, se procedió a la primera intervención quirúrgica para recomponerle la articulación del maxilar, muy dañado por el disparo.

El piso franco había sido alquilado dos meses antes a través de una agencia inmobiliaria, y los escasos vecinos del inmueble tomaron a estos inquilinos por estudiantes.

Pero la policía no perdió el tiempo con Zapatones y poco después de haberse recuperado de la intervención, y antes de ser trasladado a Madrid, logró que el etarra diera cuenta de la existencia de otro inmueble en Bouzas donde tenían pensado encerrar a Gómez Franqueira durante el secuestro. Durante la inspección, los agentes de policía localizaron 50 kilogramos de goma 2, que fueron explosionados en el río Lagares.

«Se trata de un emplazamiento perfecto. En esta «cárcel del pueblo» podrían haber tenido encerrada a una persona durante meses sin que nadie se enterase», comentó a La Voz de Galicia un especialista de la brigada EDE (equipo de desactivación de explosivos), en relación con el local descubierto en Bouzas.

El bajo de Casiano Martínez contaba con un sótano que desde finales de enero habían excavado Zapa y un compañero, conocido en la calle como «El orensano», un individuo de unos 50 años. Ambos habían derribado un pequeño mostrador de ladrillos y en una esquina estaban terminando de tapiar un cuarto de ducha con lavabo y retrete. El plato de la ducha habría sido la zona de acceso a la «cárcel del pueblo». Según los especialistas de la policía, la cárcel había sido construida con gran habilidad y perfección.

«La estancia de la cárcel, es un espacio con paredes de ladrillo puesto, con revoqué de cemento liso de 8 por 2,20 metros y 1,70 de altura, en el que aún no habían instalado luz eléctrica», explicaba La Voz el 13 de junio.

El 20 de junio, Alcocer Gabaldón pasó a disposición judicial en Madrid. Ese día, La Voz de Galicia informaba de que la policía había localizado en Vigo más pisos y locales empleados por los «poli-milis» de ETA. Además de los dos ya señalados, se hablaba en el informe policial de un bajo en la calle de Luciano Conde, hoy Pino, donde se localizaron un revólver, un rifle, abundante munición y tres pares de grilletes. También descubrieron los investigadores otro piso en la calle de José Antonio, hoy Urzaiz, en el que habían habilitado un zulo.

La policía detuvo a varias personas, gallegos todos, porque la investigación había señalado que uno de los secuestradores de Gómez Franqueira habló en gallego. Ninguno de los detenidos, como se demostró después, tuvo relación con los hechos. Entre ellos, se interrogó a la persona que alquiló el bajo de Bouzas. Al parecer, ese hombre quiso montar un negocio en el bajo, pero por diversas circunstancias no lo hizo. Sin embargo, fue contactado por el etarra detenido en Vigo, quien le propuso subarrendar el local para guardar un vehículo.

A mediados de julio, la policía localizaba el coche empleado por el comando etarra en el centro de la ciudad. Aquel Renault 12 había sido robado en Santiago y se le habían cambiado las placas de matrícula.

Alcocer fue condenado en 1982 a 13 años de cárcel, pero fue indultado en 1985 dentro de un plan de reinserción que había sido impulsada por el dirigente de Euskadiko Ezkerra, Juan María Bandrés. El político vasco acordó el plan con el ministro del Interior de UCD, Juan José Rosón, y fue continuado el gobierno presidido por Felipe González. Todo comenzó en 1982, cuando ETA político militar se disolvió y sus miembros renunciaron a la lucha armada. Si esta rama cesó la violencia, no lo hizo ETA militar.