Pablo Graña: «Salgo a hacer mi regata y el resultado es el premio, pero el oro es una gozada»
VIGO
El palista cangués quiere dar la batalla olímpica en el C2 500 metros
25 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Pablo Graña Alonso (Cangas, 1999) completó su colección de medallas internacionales en el C1 200 metros colgándose el oro en el Europeo de Racice (Chequia). La primera posición del podio era su objetivo después de haber sido plata continental y mundial el curso pasado y por el excelente pico de forma con el que afrontaba la cita. Concentrado en el CGTD de Pontevedra, donde trabaja a las órdenes de Daniel Costa y cursa Ingeniería Mecánica, su próximo objetivo es repetir en el Mundial de este año, pero a medio plazo, quiere engancharse a la carrera olímpica en el C5 500. Los barcos de equipo tampoco se le dan mal.
—¿Cómo valora un nuevo éxito a nivel internacional?
—Estoy muy contento. Es la primera medalla de oro en C1 200 metros a nivel sénior. Había conseguido medallas de plata y de bronce, pero me faltaba esa guinda para conseguir el oro. Yo siempre salgo a hacer mi regata y el resultado es el premio, pero el oro es un gustazo.
—¿Salió todo el trabajo realizado?
—Sí. Venía trabajando el 200 desde hace tiempo. Este año me quedé fuera del 500 metros bastante pronto y tuve un poco más de margen para trabajar esta distancia. Veníamos de resultados bastante buenos en los años anteriores y ahora llegó el metal que me faltaba.
—¿Iba en su mejor pico de forma?
—Creo que en 200 metros es de los años que más estoy andando.
—¿Contaba con que podía aspirar al oro?
—Yo iba con la mente puesta en el oro, pero es un 200 metros, pueden pasar cosas como fallar en la salida o errar en una palada. El año pasado ya había sido plata tanto en el Europeo como en el Mundial, así que lo que tenía era que luchar por el oro.
—¿Hubo algún momento complicado en la final?
—En las series tuve un momento de duda en la salida porque salí un poco despistado, pero en la final salí muy bien, conseguí ponerme adelante y mantenerme hasta el final. Aunque casi me ganan, resistí en los últimos metros.
—¿Tuvo problemas en la recta final?
—Yo compito mucho de más a menos y los rivales, por lo general, van de menos a más y en los últimos metros me empiezan a coger; es ahí en donde me tengo que remover para que no me alcancen.
—¿Y eso es subsanable?
—Es lo que estoy intentando mejorar, la resistencia a la velocidad e intentar tolerar mejor el ácido láctico que acumulo al final del 200 metros.
—¿Los 200 metros son su distancia ideal?
—Diría que sí, es la distancia en la que me siento más cómodo y en la que he ido más veces a competir a nivel internacional, exceptuando algunos barcos de equipo en 500 metros.
—¿Dónde se siente mejor, en el C1 o en barcos de equipos?
—Depende. En barcos de equipo, me noto bastante bien. Es diferente: en uno es con compañero y tiene sus cosas por lo de compartir todo y el C1 es más solitario, pero si fallas, fallas tú solo. Dependiendo un poco del momento, me gusta uno o el otro.
—¿Cómo tiene planificado el resto de la temporada?
—Ahora tengo otro selectivo dentro de un mes y medio en 200 metros para el Mundial sénior y si me clasifico, intentaré ir a por todas.
—¿Ve factible el doblete?
—Sí, pero es difícil. Las regatas se deciden por muy poco, esta vez gané por nada, fuera de Europa hay gente que es muy buena y, entonces, aquí lo único que se puede hacer es trabajar y, después, ya se verá.
—¿Mira de reojo los Juegos del 2028?
—Sí, aunque este año me quedé fuera de los C2 500 metros para poder clasificar la embarcación, creo que aunque los 500 es una distancia que me cuesta, en C2 voy bastante bien y se me puede dar bien, como ya he demostrado.
—La baza olímpica pasa por el C2 500 metros.
—Sí, porque después está el C1 1.000 metros, pero a mí me queda muy a desmano. Yo soy más velocista.