
Concurrieron 126 expositores de diversos ámbitos y se calculó en medio millón el número de personas que la visitaron
27 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.En verano de 1944, Vigo acogió la primera Exposición Industrial de Galicia, un evento notable para la época. La iniciativa partió a finales de junio de Genaro Riestra Díaz, gobernador civil y jefe provincial del Movimiento, que fue asumida con entusiasmo por el alcalde de Vigo Luis Suárez Llanos Menacho, quien rápidamente obtuvo el beneplácito de Madrid. Solo se contaba con los precedentes de las Ferias de Mar de 1928-29 de San Sebastián, y la de
1942 de Barcelona. Para el desarrollo de los trabajos se nombró un comité ejecutivo, con representación de varios ediles y señalados industriales olívicos; y el comité de honra, presidido por Franco ?con su anuencia?, estaba formado por diversos ministros relacionados y altos cargos del régimen.
De inmediato, una comisión buscó que se sumaran al proyecto firmas viguesas y de otras localidades de Galicia (Ferrol, A Coruña, Vilagarcía, Pontevedra, Sarria y Chantada). Del diseño de la estructura arquitectónica se encargó al joven arquitecto Fernando Molíns, y de la parte ornamental-floral, Luciano Turc, jefe de Parques y Jardines. Se diseñó un plano que se adaptaba a los jardines de Eijo Garay (Areal). Con su planta alargada, el arco de entrada daba paso a una plaza y, a partir de ahí, tres sectores temáticos (dos cuadrados y un rectangular) a cuyos lados se instalaron 126 estands, si bien hubo algunas empresas que ocuparon varios.
Remataba en una zona ajardinada con núcleo de baile y bar, todo con numerosos surtidores que se alumbraban. La decoración artística corrió a cargo de tres pintores (ninguno de relieve) y el escultor Medina, venidos de fuera. Asimismo, participaron los gallegos Laxeiro, Lugrís, Bao u Oliveira. Entre las grandes industrias, destacaron Zeltia, Cultivos de Tabaco, la Metalúrgia, Alonarti, Regojo, Sanjurjo Otero (la Industriosa), Troncoso y Santodominmgo, Paulino Freire,
Hijos de J. Barreras y, como curiosidad, la filmográfica Suevia Films, de Cesáreo González.
También se dieron cita los estamentos oficiales de relieve (Ayuntamiento, Diputación, Marina, Caja de Ahorros o Cruz Roja). La duración de las obras se calificó de «milagro de 40 días», llevadas acabo por la empresa Cemi S A. Ser acordó que con el material de derribo se levantaran tres casas para las familias de otros tantos obreros muertos durante el proyecto.
El Concejo Municipal acordó costear íntegramente el proyecto, llegando la puja a las 584.430 pesetas (3.5124 euros), de los que se recaudaron unas 400.000 pesetas. La inauguración fue el 27 de agosto con la asistencia de Franco, su esposa y séquito (a los acordes del himno nacional), y de Faustino Ande, párroco de la colegiata y arcediano del Fragoso. Se cerró el 24 de septiembre por Carlos Abollado, secretario general técnico de Industria y Comercio en representación del ministro del sector. Se calcula que pasaron por la exposición una 500.000 personas, y la afluencia se vio favorecida por un descuento del 45 % de la tarifa de ferrocarriles, previa obtención de tarjeta de visita que se recogía gratis en las Cámaras de Comercio y Oficinas de Turismo de toda España. También se reforzó el transporte marítimo con Cangas. Hasta Vigo se desplazó público de Galicia-El Bierzo, también de Portugal, León o Valladolid. Como animación hubo fiestas nocturnas y actuación de la ourensana Coral de Ruada ejecutando temas gallegos.
Entre los concurrentes más destacados, figuras del régimen, hay que señalar al ministro secretario del Movimiento, el polémico J.L. Arrese, acompañado del entonces vicesecretario de Educación Popular, Arias Salgado, futuro ministro de Información y Turismo. El evento tuvo una buena cobertura tanto de la prensa escrita de Madrid y otras zonas, como gallega, y hasta fue recogido con cierto destaque por la Associated Press. Los discursos se transmitieron por la radio local. Incluso llegó a rodarse una película sobre los acontecimientos memorables de aquel verano.
Historiador y miembro fundador del Instituto de Estudios Vigueses
Artículo póstumo Miguel González falleció a comienzos del pasado mes de junio. Dejó varios artículos inéditos que se publican en La Voz de Galicia.