Medallas que comparten apellidos

M. V. F. VIGO

VIGO

CEDIDA

Roi y Uxía, el mayor y la menos de los tres hermanos tomiñeses Rodríguez Huertas, subieron al podio en el Campeonato de España de piragüismo

06 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Las vidas de los hermanos Rodríguez Huertas no se entienden sin el deporte. El primero en despuntar fue Roi (1994), el mayor, que se decantó por el piragüismo igual que la benjamina, Uxía (2005); ambos se subieron al podio el pasado fin de semana en el Campeonato de España de sprint, mientras que la mediana, Iria (1999), que también probó suerte en su momento con las piraguas, prefirió orientarse al triatlón y su trayectoria desde entonces le ha dado la razón en la elección.

Roi cuenta «orgulloso» que Uxía está, de alguna manera, «siguiendo» sus pasos. «Sigue estudiando en la Universidad en Pontevedra y haciendo deporte, compagina las dos cosas y hacerlo a ese nivel es muy meritorio», recalca. Constata que la pequeña viene «apretando fuerte y todavía tiene mucho que decir. «Acaba de remar el Mundial sub-23, que la fui a ver a Portugal y ahora lo ha hecho muy bien en el Campeonato de España. Todavía está pendiente, pero es posible que le llegue la plaza para el Mundial en el K-1 1.000», comenta.

Uxía siempre ha encontrado en sus hermanos a sus mejores referentes, especialmente, más que por sus éxitos, por su capacidad de sobreponerse a momentos difíciles, subraya. «Roi siempre ha sido muy constante y acaba de conseguir algo que llevaba tiempo sin lograr. E Iria, que estuvo bastante fastidiada con un pie, se esfuerza por intentar mejorar cuanto antes», comenta sobre la triatleta del Fluvial de Lugo.

Aunque admite la joven que ahora que viven cada uno en una ciudad, no recibe muchos consejos de ellos, sí están siempre pendientes los unos de los otros. Y esta doble medalla para la familia en una cita nacional ha sido «especial». «Nunca habíamos conseguido medallas en una misma prueba que fuera tan importante. Yo no conseguí el oro, pero como si lo consiguiera», valora dejando claro el valor que le da a su plata en K-1 1.000, la misma distancia en la que Roi subió a lo más alto del podio.

Para él, este resultado es «la suma de muchas cosas». Porque llega después de una temporada complicada en la que consiguió clasificar al K-2 para la Copa del Mundo pero, una vez allí, no consiguieron plaza para el Europeo ni para el Mundial. «Además, como en otras temporadas, me estaba costando encontrar mi rendimiento en el K-1. Por una cosa o por otra, en los últimos años me estaba costando llegar al nivel al que llegué a estar y después de tanto tiempo, estoy muy feliz de volver a estar en la distancia olímpica», dice.

Proclama Roi que el secreto no es otro que «la constancia, seguir intentándolo; no queda otra». Ha constatado en primera persona, indica, lo fácil que es caer cuando estás arriba. «Volver a donde estabas cuesta. El año pasado había vuelto a encontrarme mejor y en noviembre, empecé con mononucleosis y tuve que estar casi un mes parado», lamenta. Pero, poco a poco, añade, ha podido acercarse al nivel que exhibió hace cinco o seis años. La ayuda psicológica que recibió en su momento le ha hecho «ser más fuerte» y no dar tanta importancia a los resultados, sabiendo que «llegan a base de trabajo».

Para el tomiñés, el lugar al que podía aspirar era una incógnita, y algo similar le ocurría a Uxía. «Iba confiada y positiva para dar lo mejor, pero no contaba para nada con quedar tan adelante y hacer podio», asegura. Su estrategia suele pasar por «mirar hacia la meta, sin mirar a las oponentes en ningún momento de la carrera», de modo que al cruzar la meta y ver que lo había hecho en segunda posición, la sorpresa fue mayúscula. Y el significado de la medalla es que «todo el trabajo hecho se ha plasmado en esta prueba».

En cuanto a la final de Roi, sabía que tenía en Cubelos e Iñigo Peña a dos rivales que no se lo iban a poner nada fácil. «Fue un día bastante duro por las condiciones meteorológicas. Había mucho viento y, a pesar de ser a favor, también provocaba muchas olas. Creo que son condiciones que me favorecen algo más que al resto», comenta. Y ese contexto de competición, además, provocó que fuera una prueba «muy rápida, el 1.000 más rápido que hay registrado en España».

El Mundial

El Mundial de Milán, que se celebra este mismo mes, es doblemente especial para Roi, que vuelve al lugar donde disputó su primera cita absoluta de ese nivel hace casi diez años. «El primer objetivo es estar en la final y si se consigue, luchar por lo que sea. Las otras veces que estuve en mundiales llegué a las finales y quiero hacerlo lo mejor posible», apunta. No tiene descanso para saborear el oro. «Ya tendré tiempo después. Tampoco es que los entrenos sean muy duros ahora, pero hay que seguir manteniendo la forma y afinar lo que podamos», afirma.

Ver que Roi va a volver a competir internacionalmente «motiva mucho» a Uxía, independientemente de que se confirme o no la presencia de ella en Milán. «Por cuestiones de compatibilidad y horarios, se van a dividir algunas pruebas. Lo decidirá el equipo técnico y estará pendiente mi entrenador», comenta. Aunque sería un premio añadido estar, se da por satisfecha con la plata nacional que ya cuelga de su cuello.