
La cordobesa cerró los conciertos de este año con su propiesta de flamenco pop y un público entregado
17 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.India Martínez cerró anoche, con mucho arte y pasión, los conciertos veraniegos de Castrelos. La cantante y compositora cordobesa subió al escenario con muchas ganas de conquistar al público asistente y poner el broche de oro a las fiestas de Vigo. Y tuvo repertorio para hacerlo. Atesora ya una importante trayectoria que se ve reflejada en grabaciones con el mismísimo Will Smith, con quien hace solo unos días compartió escenario para interpretar First Love.
Primero, el alcalde Abel Caballero se encargó de presentar a la artista con una retahíla de frases que el público ya se conoce al dedillo. En esta ocasión, además de los «viva Vigo» y el «os quiero», invitó a todos los presentes a continuar la fiesta en San Roque.
Iniciado el concierto, quedó claro que estaría muy presente el disco más reciente de la andaluza. Varios temas de Aguachile se fueron sucediendo con otros éxitos importantes de sus anteriores trabajos.

India Martínez accedió muy jovencita a la escena musical. En sus primeros momentos, parecía que su carrera estaría enfilada hacia el flamenco. Cuando llegó su faceta creadora ya se intuyó una apertura de horizontes musicales, aunque con una forma de cantar muy flamenca.
Castrelos se despidió con ella hasta julio del 2026 tras numerosos conciertos mutitudinarios en el haber de este verano. Volvió a triunfar la presencia de la opera en la programación, por lo que se intuye que este género volverá a estar presente. El plano internacional estuvo representado por el argentino Trueno, los cubanos Gente de Zona, los norteamericanos Jason Derulo y The Black Keys, y el británico Ali Campbell al frente de UB40. El resto de la programación presentó Ana Belén, Rozalén, Vanesa Martín e India Martínez. Completo el elenco artístico la siempre aplaudida presencia de la Coral Casablanca. Tuvo buena respuesta la propuesta infantil de Castrelos, aunque se hizo un poco escasa. Dos representaciones en casi dos meses de programación parece poca cosa para una ciudad como Vigo.
El alcalde no quiso adelantar nada del próximo año, pero ya dejó caer, como es su costumbre, que han sido las mejores fiestas de la historia.