
Las de Ana Seabra caían por un gol al descanso en su estreno en A Sangriña
04 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El Guardés vuelve a apurar la victoria. Las de Ana Seabra cerraron el primer partido del curso en A Sangriña con un triunfo por la mínima tras un sufrido encuentro ante el Granollers, marcado por los errores por ambos bandos y el desacierto de cara a la portería. La escuadra catalana dominó con una cierta ventaja casi todo el encuentro, hasta que, de un modo similar al que sucedió el pasado fin de semana en Lanzarote, las locales lograron entrar en el juego por completo y firmaron un parcial final de 9-5 que les cedió la victoria. Destacó especialmente la actuación de las porteras, Sabina Mínguez y Amandine Balzinc.
El partido comenzó con un bloqueo en el juego ofensivo que afectó a ambos equipos en los primeros tres minutos. Los dos conjuntos tuvieron problemas para penetrar en la barrera defensiva rival y, aunque consiguieron llegar a la puerta en varias ocasiones, ninguno de los distintos lanzamientos tuvo éxito, encontrándose con los palos o bien cayendo en las manos de Marta Mera y Sabina Mínguez según el caso. Así fue hasta que el Guardés se aprovechó de una pérdida y María Palomo transformó un rápido contraataque (1-0, min. 4).
Y al acierto de la pivote no lo siguió un segundo hasta varios minutos después, cuando Ania Ramos volvió a encajarla en la red rival encontrando un hueco en la defensa. El Granollers, por su parte, no se estrenó en el electrónico hasta el minuto 8, con un lanzamiento de Ona Vila que conseguía entrar después de numerosos fallidos (2-1). El Guardés se mostraba en este momento con cierta superioridad, aunque también es cierto que no había podido aprovechar sus propias oportunidades todo lo que le habría gustado, con dos penaltis sin éxito en los instantes previos y posteriores.
Fue entonces cuando el equipo catalán pareció entrar en el partido, pues la pichichi de la pasada temporada, Martina Capdevila, marcó el gol del empate al terminar segundo parcial de cinco minutos (2-2, min. 10). En la jugada siguiente, Ania Ramos volvió a responder con rapidez desde el extremo, pero le siguieron dos aciertos consecutivos por parte de un intimidatorio ataque granollerí, que amenazaban con dar la vuelta al partido justo en el ecuador de esta primera parte (3-4, min. 15).
Apareció entonces Lorena Téllez como un faro para hacer frente a la crecida visitante, pues en apenas unos minutos marcó tres goles seguidos que sostuvieron un parcial 3-2 y volvieron a poner a las suyas por delante, salvando por el momento la batalla (6-5, min. 18). Pero la guerra continuaba, y las vallesanas no iban a darse por vencidas. La tensión estaba servida en un pabellón de A Sangriña que vivía con emoción y un lleno satisfactorio su primera contienda de la temporada.
En los minutos siguientes, el anfitrión siguió desplegando una gran coordinación en el ataque, frenada únicamente por las manos de una Marta Mera que acumulaba ya cinco paradas hasta ese momento. Bajo los palos guardeses, Sabina Mínguez hacía lo propio, sin dar alas tampoco al ataque catalán. El equipo visitante se sirvió de dos aciertos desde la línea de siete metros para liderar los últimos cinco minutos del periodo (7-8, min 25). Aún pudieron contestar las de Ana Seabra en esos compases antes de irse a los vestuarios, pero los errores pesaban y tendrían que dejar ya para la segunda parte la misión de crear distancia sobre su rival. Un igualado parcial 2-2, con muchos desajustes en ambas bandas, dejaba el encuentro con el Granollers liderando por la mínima al minuto 30 (9-10).
La segunda parte comenzó con la misma tensión, de la mano de un equipo visitante que seguía yendo a por todas y creando peligro, un peligro que se transformó en un primer gol nada más iniciarse el periodo. Debía limitar sus errores el Guardés si no quería que su rival se despegase en el luminoso.
Los minutos iniciales tras la reanudación fueron frenéticos e igualmente parejos. Ambos equipos aprovechaban cada mínima cesión para hacerse con el balón y subir a puerta con rapidez, convirtiéndose en un tira y afloja constante que dejaba un primer parcial de 2-3 (11-13, min. 37). No acababan de salirle bien los planes al conjunto local, que seguía cometiendo errores y dejó que su rival ganase un gol más de diferencia (12-15, min. 39). La entrenadora Seabra llamó al tiempo muerto, confiando en ayudar a sus jugadoras a recobrar la concentración que necesitaban para corregir sus desajustes.
Y la dinámica se mantuvo prácticamente igual, con cambios de ritmo frecuentes pero que no generaban una desventaja significativa para el equipo que lideraba, el Granollers. Cada vez que el conjunto catalán reforzaba su defensa y amenazaba con seguir alejándose en el resultado, el Guardés encadenaba dos respuestas exitosas que volvían a rejuvenecer sus posibilidades. Y, asimismo, al poco tiempo, el anfitrión repetía errores que las catalanas transformaban y devolvían la pelea al punto de partida.
Fue así hasta que el ataque local, que llevaba un tiempo más afinado y forzando las penalizaciones, encontró por fin el acierto desde la línea de siete metros de la mano de Rosane Serrano. Dos goles consecutivos en esas condiciones por parte de la joven jugadora vasca hicieron vibrar a A Sangriña, pues las suyas se quedaban a tan solo un gol de devolver por fin el marcador a las tablas (16-17, min. 47). Unas jugadas después, Ania Ramos consolidaba la misión, seguida por otro gol de la capitana María Sancha que las hacía liderar de nuevo, todo para deleite de un Inferno que una vez más presenciaba una remontada de su equipo (18-18, min. 49).
Tal como sucedió el pasado sábado en Lanzarote, llegó un momento en que las de Ana Seabra hicieron clic y todo lo que hasta ahora fallaba comenzó a funcionar a la perfección. Amandine Balzinc estaba firmando una gran segunda parte bajo palos, apareciendo cuando se la necesitaba y leyendo con mucha precisión las intenciones de las vallesanas. Pero el ataque guardés también se había reforzado, aprovechándose de pérdidas rivales, subiendo con rapidez y sorprendiendo a Marta Mera con rechaces. Una fórmula perfecta que hacía que el partido se decidiera ahora por dos goles a su favor (21-19, min. 52), diferencia que se mantendría los minutos siguientes.
Los compases finales fueron de infarto, con ambas plantillas peleando cada balón. El Guardés era consciente de que su ventaja no era suficiente para conformarse, incluso a falta de pocos minutos para terminar, mientras que el Granollers sabía que bastaban dos errores para volver a liderar. Marta Mera, quien llegó a las diez paradas, impidió que el equipo miñoto aumentase su renta, pero se les agotaba el tiempo a las suyas. Raquel Moré cerró el partido con un último gol desde la línea de siete metros, posición en la que el Granollers acertó 5/6 en todo el encuentro, y el Gurardés concluía así su comienzo liguero en A Sangriña con una victoria por la mínima (23-22, final).
Ficha técnica
Carme (2), Ramos (4), Anouk, Sancha (1), Palomo (3), Hauptman, Mínguez (p.), Mendoza (2), Téllez (3), Cacheda (3), Serrano (2), Martínez, Cifuentes (3), Gil, Portillo y Balzinc (p.).
Itziar (1), Carla (2), Claudia, Marta Mera (p.), Moré (2), Polonio (1), Ona (2) , Vizuete (2), Torras, Girbau (p.), Belén (2), Lucía (1), Nayla (1) y Capdevila (7).
MARCADOR CADA 5 MIN.: 1-0, 2-2, 3-4, 6-6, 7-8, 9-10 (descanso), 10-12, 12-16, 14-17, 18-18, 22-20, 23-22 (final).