Solo 17 de los 56 bienes culturales catalogados por al Xunta en el litoral de Vigo son intocables
VIGO
La mayoría son yacimientos arqueológicos, incluso ubicados en Cíes. Sí permite actuar en el patrimonio industrial y arquitectónico
30 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La asunción de las competencias sobre la costa y el litoral por parte de la Xunta ha provocado la elaboración de un catálogo de los bienes de valor cultural situados en los municipios costeros de Galicia. La Xunta señala que esta herramienta «permitirá dar un salto cualitativo na xestión do patrimonio costeiro xa que impulsará a rehabilitación e posta en valor de bens ligados ao mar cun valor arquitectónico, histórico, cultural ou industrial co fin de darlles unha segunda vida».
Ese listado, que ahora se encuentra en período de exposición pública, ha identificado en el término municipal de Vigo 56 elementos que destacan por su valor patrimonial, arquitectónico o cultural, entre otros. En esa nómina se atribuye a cada uno de los elementos una protección, que puede ser integral, estructural y ambiental, lo que determinará cómo se puede actuar sobre ellos.
De los 56 elementos ubicados en Vigo, solo 17 gozan de la máxima protección que otorga la ley gallega del patrimonio. Se da la circunstancia que casi todos son yacimientos arqueológicos. En esta categoría se encuentran la villa romana de Punta Borralleiro, el castro de Punta do Muíño do Vento y el yacimiento romano de A Mourisca, en Alcabre; la villa romana de Toralla; dos petroglifos denominados Laxelas, en Navia; y, en las Cíes, el castro de As Hortas, el entorno del antiguo monasterio de Santo Estevo, la salazonera de San Martiño, una cetárea de langostas, la finca Viladomar, el refugio de la Ermitaña, y la salazonera Muxieiro.
Los únicos elementos arquitectónicos del litoral vigués con plena protección son el faro de A Guía, el puente de Os Muíños, sobre el Lagares, y la capilla de la Virgen del Carmen, en O Vao. En ninguno de estos casos se podrán cambiar sus usos. Se completa el listado de elementos con protección integral con la presencia del monumento a Elduayen situado en As Avenidas.
En donde sí se podrán cambiar los usos respecto a aquellos para los que fueron concebidos, siempre que sea compatible con su conservación y protección, es en la mayor parte del catálogo elaborado por la Xunta, que coincide con elementos arquitectónicos e industriales. Son edificios o espacios a los que se les da una protección estructural o ambiental, lo que influirá a la hora de obtener por parte de Patrimonio la autorización para realizar cambios respecto a su estado actual.
Con el menor grado de protección, es decir la que se corresponde con la estructural, se encuentran la antigua fábrica de conservas Virzi y el edificio Kelvin de la ETEA, en Teis; la aduana, el edificio administrativo de la Xunta y el Náutico en el entorno del puerto; el Instituto Politécnico Marítimo, en Beiramar; O Fiunchal, en Alcabre; la villa romana de Sobreira, en San Miguel de Oia; el faro principal de Cíes; y la conocida como Casa Mújica, en Canido. Para cada uno de ellos, el catálogo explica qué se puede hacer.
El tercer ámbito de protección es el ambiental, una figura que trata de conservar los elementos más visibles y armoniosos que conforman un entorno. En este capítulo se incluyen la carpintería de ribera de As Roteas y el club de remo de A Guía, en Teis; los jardines del Areal y As Avenidas; la comandancia de Marina; la Estación Marítima; el edificio de soportales de Beiramar; la rectoral de Bouzas y tres casas de su entorno; el paseo de los Cedros de Alcabre; la placa conmemorativa de la playa de As Fontes; las salinas del Lagares; la fábrica de Conservas Cerqueira, en Canido; el yacimiento arqueológico de Fortiñón; los faros del Príncipe y Peito, en Cíes; y el Museo do Mar de Galicia. En todos estos casos se permiten cambios de usos, pero se imponen una serie de condiciones para no alterar la integración con su entorno.
Sí llama la atención en esta selección de elementos patrimoniales e históricos de interés la ausencia de edificios tan relevantes en Vigo como son los casos de las conserveras Alfageme, Albo, la fábrica Ribas o la fábrica de salazón de Julián Estévez, datada en comienzos del siglo XIX. Esta situación se podría corregir una vez concluye el actual período de exposición pública, que finaliza el 1 de diciembre.