El aparatoso robo de la camiseta roja del Celta en la tienda oficial se zanja con dos años de cárcel

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO

Imagen de archivo de las inmediaciones del estadio de Balaídos
Imagen de archivo de las inmediaciones del estadio de Balaídos Oscar Vázquez

Un reincidente ocultó prendas deportivas bajo su ropa pero un vigilante lo vio, lo persiguió por las puertas del Estadio de Balaídos y se enzarzaron en una reyerta

07 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El aparatoso robo de la camiseta roja del Celta se salda con dos años de cárcel. Los hechos ocurrieron en una tienda oficial del Real Club Celta en el estadio de Balaídos, en Vigo.

Un hombre con dos condenas por robos con violencia e intimidación se introdujo el 8 de junio del 2024 en el probador de la tienda con la camiseta roja de la segunda equipación del Celta y otras prendas. Se las colocó por debajo de su ropa y se marchó sin pagar. No saltaron las alarmas pero un vigilante de seguridad lo vio coger las camisetas y lo persiguió corriendo por la calle, donde se liaron a puñetazos. Eso solo fue el inicio de una trifulca.

El guardia logró darle alcance en la puerta número 13 del estadio, debido a que al acusado se le cayó el teléfono móvil al suelo. Forcejeó con el vigilante y, en el transcurso de la riña, el acusado le propinó un puñetazo en la cara sin zafarse de él. Le lanzó improperios y expresiones tales como «suéltame o te pincho, dame el móvil». Finalmente, el acusado agarró al vigilante por una cadena de oro que portaba en el cuello, se la arrancó y huyó. El guardia recuperó la camiseta de la segunda equipación, que es apta para su venta. No ha quedado acreditado que el acusado hubiese llevado la camiseta azul celeste de la primera equipación, valorada en 89,95 euros.

El Juzgado de lo Penal número 2 de Vigo le condenó a pagar una multa de 360 euros por lesiones leves al vigilante, al que tuvo que indemnizar con 73 euros por un moratón en un ojo, y a dos años de cárcel por un intento de robo con violencia e intimidación.

El acusado apeló a la quinta sección de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo. Se quejó de que no había pegado al guardia para robar la camiseta sino porque este no le devolvió su móvil. Por tanto, no sería un robo con violencia sino un hurto (sustracción sin fuerza ni violencia), delito que está penado con menor castigo.

Pero la sala, en una sentencia del 30 de junio, concluye que, durante su huida de la tienda, el acusado aún no tenía plena disponibilidad de la camiseta y cuando forcejeó con el vigilante no había consumado el robo.