Unas jornadas promovieron esta semana la máxima protección para el entorno
16 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El pasado jueves, a iniciativa de la Asociación Vecinal Vigo Centro, y con lleno total, se celebró una jornada divulgativa sobre la Alameda, sus raíces y su futuro. Es parte de la campaña para conseguir su declaración como bien de interés cultural (BIC). Vamos con un breve resumen de lo que aprendimos.
Antonio Rigueiro, uno de los referentes en investigación y gestión forestal de Galicia (catedrático emérito da Universidade de Santiago de Compostela y presidente da Asociación Forestal de Galicia) y autor del informe botánico presentado en la solicitud del BIC, describió la riqueza botánica de la Alameda, que conoce bien; pues fue unos de los autores del catálogo de árboles singulares de Vigo y planteó una pertinente propuesta sobre el reemplazo del arbolado que, de manera natural o inducida por su deficiente mantenimiento, está desapareciendo.
Argumenta que una administración responsable debería actuar con prevención y plantar en el vivero municipal ejemplares de las especies presentes en la Alameda para sustituir las bajas con árboles que tuvieran un porte respetable. Esto partiría de la base de que en el Concello se planteasen sustituir las bajas y hacerlo, además, con las mismas especies. No parecen estar por la labor de ninguna de las dos cosas. Planteaba también Rigueiro que, además de las Casuarinas, existen otros ejemplares en la Alameda que podrían con todo merecimiento figurar en el Catálogo Galego de Árbores Senlleiras.
A continuación, Pilar Vela (doctora en Ciencias Biológicas y jefa de servicio de la Estación Fitopatolóxica do Areeiro, otro de los referentes en investigación forestal) nos explicó con rigor y sentimiento, pues la Alameda fue el jardín de su infancia. Los problemas de conservación que presenta el arbolado, provocados en parte por su pecado original (se asienta sobre un suelo pobre en nutrientes al ser un espacio de relleno ganado al mar) en parte por el deterioro lógico de la edad en un arbolado que incluye muchos ejemplares que superan el siglo de edad y fundamentalmente por un deficiente cuidado y mantenimiento. La compactación del suelo, podas excesivamente agresivas y sin aplicar pasta cicatrizante, infecciones de hongos como la armiliaria, presencia de nematodos (indicadores de estrés en las raíces), copas poco desarrolladas (que indican escasez de alimento), exceso de riego del arbolado, inclinaciones excesivas, eventos multitudinarios que incluyen la instalación de casetas o tendidos de cableado por las ramas y un largo, terminan formando la tormenta perfecta que está amenazando la Alameda.
También participaron Nacho Hortas (explicando los antecedentes del ensanche, a efectos de la solicitud del BIC), Jose Luis Varela (nos contó la historia de la Alameda y su papel en la sociedad viguesa) y, finalmente, Mercedes Bangueses, que nos descubrió el notable patrimonio de escultura pública que alberga la Alameda. Decía Proust que nada es un tesoro hasta que se pierde. Todas las organizaciones de todo tipo que defendemos la declaración de la Alameda como bien de interés cultural no queremos perderlo.
En el pasado pleno del Concello, el BNG presentaba un ruego solicitando el apoyo del gobierno municipal a la declaración de BIC para la Alameda. Respondía la primera teniente de alcalde, y responsable de patrimonio histórico, para negarse («oposición total, lo firme quien lo firme» literalmente). Argumentaba Carmela Silva, tras la habitual descalificación a los colectivos como «antivigo», «antinavidad» o «politizados», la negativa de ese apoyo al afirmar que la Alameda no necesitaba más protección porque «ya está al cuidado del Concello». Acertó Carmela Silva en su diagnóstico: ese es, precisamente, el principal problema de la Alameda.