La institución deja en suspenso la votación y apuesta por montar una carrera propia, después de que la USC no ratificase el pacto
01 dic 2025 . Actualizado a las 22:25 h.La Universidade de Vigo ha seguido los pasos de la de Santiago y ha decidido no votar el acuerdo al que habían llegado las tres instituciones de educación superior de Galicia para compartir la docencia del segundo ciclo de Medicina. «Non procede votar o punto da orde do día porque a USC non se sumou ao acordo e non procede que nós nos sumemos a un acordo desbotado pola USC», justificó el rector, Manuel Reigosa, en la reunión del consejo de gobierno universitario, según informó la institución. Para Vigo queda abierto el único camino de apostar por una titulación de Medicina propia, el mismo que sigue A Coruña.
El posicionamiento en contra del acuerdo tomado por la Facultad de Medicina compostelana llevó al rector de Santiago, Antonio López, a dejar en suspenso el viernes la votación del pacto que habían alcanzado las tres universidades, que pasaba por descentralizar la docencia de cuarto y quinto (sexto ya lo está) a lo largo de los tres próximos años académicos. Los tres rectores habían firmado el acuerdo, dentro de un grupo de trabajo en el que también estaba el decano de la facultad, representantes del colectivo médico y miembros de las consellerías de Educación y Sanidade. El acuerdo incluso había sido validado por el Consello de Coordinación da Docencia Clínica de Galicia. La única universidad que lo ha aprobado es la UDC, precisamente la desencadenante del terremoto de Medicina, pues fue su petición de una titulación propia la que movió a la Xunta a constituir un grupo de trabajo para llegar a un acuerdo sobre la descentralización de Medicina manteniendo la única facultad en Santiago.
«O acordo chega morto porque a USC non se sumou», dijo Reigosa. Ahora tira de su plan B, que pasaba por diseñar un título propio, para lo cual se constituyó un grupo de trabajo coordinado por la catedrática África González. «Imos seguir dando pasos para a creación do grao e facultade», confirmó el rector. «Non nos queda outra que pedir o título», añadió, aunque también mostró su disposición de volver a negociar.
El plazo para presentar la memoria inicial de la titulación concluirá el 27 de febrero. Desde entonces, tendrá un mes para enviar un informe técnico. La previsión es que el 1 de junio se remita la solicitud final a la Consellería de Educación. Todo este proceso coincidirá con el calendario electoral universitario y con el relevo en el rectorado. «Non temos garantía de que nos vaian aprobar o título e facultade, pero teño que ter a documentación preparada», dijo Reigosa. La última palabra la tiene la Xunta.
Durante la sesión del consejo de gobierno, Reigosa fue duro con su homólogo de Santiago: «Hai un acordo e había que defendelo e, se non valía, había que dicilo e non presentalo en público».
Reigosa estimó que el nuevo grado costará 12,5 millones de euros. La UVigo tendrá que pagar el 40 %, que es el coste del profesorado para un centenar de alumnos de primero a sexto. También aseguró que existió un proyecto de construir una «vela extra en el Hospital Álvaro Cunqueiro» para Medicina y Enfermería. Esa vela extra nunca estuvo en el proyecto básico (del gobierno de Emilio Pérez Touriño) ni en el de ejecución (el de Alberto Núñez Feijoo) del hospital.