Un vecino de Goián de 84 años se compra un burro para estar entretenido

m.T. TOMIÑO / LA VOZ

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Severino Oliveira cuida con mucho cariño al animal

27 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

En la versión tomiñesa de aquel popular juego que palabras que obligaba a aceptar pulpo como animal de compañía, lo que se debe permitir es burro. Todo se debe a que uno de sus vecinos ha decidido comprar a uno de estos animales en peligro de extinción y lo trata como a una auténtica mascota. «Se ha comprado un burro para estar entretenido y sacarlo a pasear», confirman su nieta Miriam Benítez. El dueño se llama Severino Oliveira González y al animal en cuestión, le ha puesto por nombre Platero. La relación entre ambos, afirma Miriam Benítez, es tan idílica como la de la obra de Juan Ramón Jiménez. Tanto así que «lo lava, lo peina, lo mima y lo cuida como si fuese uno más de su familia», mantiene su nieta.

Este vecino de la parroquia de Goián, de 84 años de edad, siempre tuvo animales. «Tuvo cerdos, vacas, gallinas y conejos pero, de repente ahora sin decir nada a nadie, ha comprado el burro que una vecina ya no necesitaba», explica su familia. La sorpresa, aseguran, ha sido aún así enorme para ellos. «Mi abuelo trabajó mucho y nos ha cuidado siempre a todos así que, aunque estamos impresionados porque lo trata como a una mascota, también estamos muy felices porque él siempre nos enseñó a cuidar a los animales», desvela la orgullosa nieta.

Platero lleva una buena vida y comparte los quehaceres diarios con su amo, a quien la edad, aún no lo ha apartado del campo. «Ya no hace tanto, pero a mi abuelo no le quites de ir a sus patatas y berzas», sentencia Miriam. Ella es una de los ocho nietos de los que disfrutan Severino Oliveira, popular también por sus esculturas en madera, y su mujer. Tuvieron cuatro hijos en común y, a día de hoy, ya hay tres bisnietos en casa. La llegada de Platero ha sido todo un acontecimiento para la familia, contenta por el nuevo amigo que se ha echado su patriarca.