Revocan la sanción de 10.000 euros a la dueña de una tapería de Baiona por no dar de alta a seis trabajadores extranjeros

e. v. pita VIGO / LA VOZ

BAIONA

Porto de Baiona com Monteferro ao fundo.
Porto de Baiona com Monteferro ao fundo. M. Moralejo

Una extranjera sin papeles que fue pillada en mandil y pelando patatas alegó que era la novia del cocinero y el juez le da credibilidad a su versión porque, ese día, se celebraban las fiestas de la Arribada. Por ello, revoca una multa de la Subdelegación del Gobierno

17 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La dueña de varias taperías de Baiona se ha librado de pagar una sanción de 10.036 euros que le impuso la Subdelegación del Gobierno de Pontevedra por infracción muy grave a finales de marzo del 2023 por tener, supuestamente, a seis trabajadores extranjeros sin darlos de alta durante las fiestas de la Arribada. Le atribuyeron la contratación o utilización habitual de trabajadores sin haber obtenido con carácter previo la correspondiente autorización para contratarlos. Dicha sanción fue revocada por un juez de Vigo por falta de pruebas respecto a la novia de un cocinero.

Los inspectores de Trabajo hicieron una redada en una tapería el 4 de marzo del 2023, en plena fiesta de la Arribada, que conmemora la llegada de la carabela La Pinta  tras el descubrimiento de América por Colón y que congrega a miles de visitantes disfrazados de personajes de la Baja Edad Media.

Los inspectores identificaron a nueve trabajadores con mandil de los que seis carecían de contrato. Varios camareros y ayudantes de cocina aseguraron que habían empezado a trabajar ese mismo día y otra que estaba echando una mano. Una de ellas, de nacionalidad colombiana y sin permiso de residencia ni trabajo, alegó que era la novia de un empleado al que hacía compañía y ayudaba a pelar patatas con un mandil.

Ante la duda, el Juzgado de lo Social número 4 de Vigo, en una sentencia del 22 de julio del 2025, admite que no está probado que ella fuese trabajadora y revoca la resolución dictada por la Subdelegación.

El juez da veracidad a su testimonio por «la relación sentimental que mantenía con uno de los trabajadores, que precisamente ejercía de ayudante de cocina» y el «ambiente festivo por ser la Arribada». «A pesar de estar pelando patatas y vestir mandil, se trataba de una ayuda puntual», dice el juez, que avala su versión porque todos los testigos la corroboran.