El artista vigués ha concluido el primer paso de la escultura, que propone se instale en la calle
01 oct 2016 . Actualizado a las 04:00 h.Cuando Jandro tiene clara la entidad del personaje, una escultura está al caer. El objeto de su arte es ahora el recientemente fallecido Carlos Oroza. «Moita xente nesta cidade coñeceu a poesía grazas a el», explica el escultor vigués.
Ayer concluía la primera fase del trabajo artístico. El poeta se yergue ya en el estudio a la espera de su conclusión. Curiosamente, esta estatua también lleva periódico. No en actitud de equilibrista, como es el caso del nuevamente asaltado Manuel Castro. No, en esta ocasión, el diario va enrollado y casi escondido entre las manos del rapsoda que sitúa en la parte baja de la espalda, pose característica del poeta nacido en Viveiro.
«A Fundición Nautilus propón e xa veremos se alguén dispón», deja caer Jandro, en claro guiño a la corporación municipal. «Estaría moi ben situada no centro da cidade, nalgunha desas rúas polas que el transitaba a diario», comenta.
La segunda fase de la escultura consistirá en la realización de lo que los artistas llaman un molde perdido, donde la figura adquiere un aspecto de escayola. «Se alguén se anima, despois chegaría a súa transformación en bronce», concluye el artista. «Eu agardo a chamada do Concello», insiste.
«Alguén me dixo que unha cidade que non ten un poeta maldito non é nada, pois nós xa o temos», continúa manifestando el escultor, que tiene su estudio en la casa familiar, no muy lejos de donde no se cansa de reclamar la recuperación de la Fonte das Xoubas, de su amigo Xosé Guillermo. Ambos, hace treinta años crearon la Fundición Nautilus, un referente artístico durante mucho tiempo en la ciudad.
El escultor tiene pensado que la escultura lleve por inscripción un preludio realizado por el poeta Xan Viaño al poema de Oroza Cabalum: «Cabalum será un poema que se pierda. Sin embargo, contaré dos hasta los tres de los seis onilios. Un luctus. Y una recta del ojo al pasado».
Jandro estuvo durante algunos años lejos de Galicia, viviendo en Granada. Después, regresó y se instaló en Cangas. Hace poco, Jandro volvió a Vigo. Su casa es un agrupamiento de creaciones que no pasan desapercibidas para los peatones.
Jandro Rodríguez es el autor del homenaje a Manuel Castro, el vendedor de periódicos callejero. La escultura, situada al final de la calle del Príncipe, ha vuelto a ser atacado recientemente. Además de algunos arañazos, a la estatua se le arrancó una pieza que representa uno de los periódicos que vendía Castro.