Bellas Artes protege de la especulación urbanística el monasterio de Santa María de Oia
21 may 2017 . Actualizado a las 04:00 h.El año 1984 arrancó con una polémica sorprendente en el Ayuntamiento de Moaña. El 19 de enero se celebra un pleno en el municipio a petición de Alianza Popular para exigir que la bandera española ondee en el balcón consistorial los domingos y festivos, junto con la gallega, tal y como manda la Constitución. «Os galegos temos a nosa propia nación e o noso idioma e non aceptamos símbolos do imperio español», replica el portavoz del BNG, que gobernaba el municipio. El alcalde moañés Xabier Abalo tumbó la petición y, de paso, contaba la crónica de La Voz de Galicia, reprochó a Esquerda Galega su «traición» por haber forzado la celebración de aquella sesión plenaria apoyando a la derecha.
Más amable fue lo que ocurrió en Tui a los pocos días. Con motivo del Día Mundial por la Paz, los estudiantes del instituto San Pelayo envían una carta a los presidentes de EE.UU. y de la URSS preguntándoles si saben que hay mucha gente que pasa hambre en el mundo. Les instan a no aumentar el presupuesto armamentístico. El alcalde Ángel Álvarez (AP), que semanas después será víctima de una moción de censura promovida, entre otros, por Diz Guedes, les felicita en esos tiempos de Guerra Fría.
El 1 de julio, La Voz da cuenta de una inauguración muy especial en Redondela. Por primera vez desde la Edad Media, se abre un monasterio benedictino, el de la Transfiguración en San Vicente de Trasmañó. A él se van las monjas de una orden que, desde hacía más de cuatrocientos años, habitaba una casa de piedra de A Guarda, donde se produce un gran malestar por el traslado.
Para ambiente caldeado, el de Nigrán. A comienzos de junio se aprueba la prohibición de fumar en los plenos y comisiones permanentes del Ayuntamiento por recomendación de la Consellería de Sanidade. Ningún grupo municipal se opuso, ya que los hábitos saludables empiezan a imponerse en toda la Administración, pese a que entre los concejales había fumadores empedernidos.
El 9 de septiembre se celebra la primera Mostra Internacional de Teatro Cómico e Festivo de Cangas. La asociación cultural Xiria es la encargada de organizar un evento que, con el paso del tiempo, se consolidaría como una de las grandes citas culturales de Galicia. La entrada para disfrutar del ciclo de obras en el cine Avenida, ya fuese en el patio de butacas, en anfiteatro o en sus preciosos palcos, costaba 500 pesetas.
El alcalde de Oia, Álvaro Miniño, le cuenta a La Voz ese mismo mes de septiembre que le ha llegado una circular de Bellas Artes ordenando la protección del monasterio de Santa María. El objetivo del Ministerio de Cultura es ponerle coto a la especulación urbanística junto al templo: en quinientos metros a la redonda no se podrá edificar.
En Arbo, quienes defienden el patrimonio son los ecologistas. Adega organiza una acampada en septiembre en defensa del Miño. Denuncian que el Louro se ha convertido en una cloaca que vierte al río y exigen depuradoras en las fábricas.