Proyecto Gato ha iniciado una campaña para recaudar fondos con el objetivo de instalar cámaras de videovigilancia en todo el perímetro del refugio de Gondomar. La medida busca reforzar la seguridad tras el incendio que afectó a dos naves y que, según su responsable, Fátima Lago, fue provocado.
«No nos quedamos tranquilos. Necesitamos cubrir todo el recinto porque alguien actuó con mala intención», afirma. La protectora pretende colocar varios puntos de vigilancia conectados a un sistema de grabación y alarma, que les permita detectar cualquier intrusión. «Queremos evitar que esto vuelva a pasar. Ya sufrimos un acto vandálico hace unas semanas y ahora reventaron la misma ventana. No podemos vivir con esa inseguridad», explica Lago.
Además de las cámaras, el refugio solicita ayuda ciudadana para reponer los materiales perdidos en el incendio. «Se quemaron sacos de pienso, cargamentos de arena y comida húmeda enlatada. Cualquier cosa es bien recibida», asegura. Las imágenes del interior de las naves muestran la magnitud de los incendios: techos hundidos, paredes ennegrecidas y montones de escombros. En la otra nave, apenas quedan vigas y chapas retorcidas en el extremo que resultó afectado por las llamas.
Los interesados pueden colaborar con donaciones directas o aportando productos de primera necesidad para los más de doscientos gatos que atiende diariamente la entidad. También precisan de más voluntarios, que son necesarios en muchos frentes, especialmente en la limpieza de las instalaciones para facilitar un buen entorno a los gatos.