Canela y Brandy, perras acogidas tras la muerte de su dueña, buscan casa otra vez

b.r.s. VIGO / LA VOZ

MOAÑA

Canela y Brandy, con Yolanda.
Canela y Brandy, con Yolanda. cedida

Una vecina le prometió a la fallecida que les encontraría un hogar y lo hallaron en Moaña, pero por enfermedad ya no se pueden hacer cargo

01 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La tranquila vida de Canela y Brandy se torció el día del fallecimiento de su dueña, Gladys, hace ahora un año. Las perras de 8 años, ya 9, cruce de labrador y collie, son hermanas de la misma camada. Gladys compartía vivienda con Manuel, pero el hombre, que tiene movilidad reducida y se desplaza en silla de ruedas, se manifestaba impotente al no poder hacerse cargo de ellas.

Yolanda, una vecina suya, se hizo eco del caso y solicitó la colaboración del refugio Tú Eres Nuestra Ayuda, que está en Castrelos, para encontrar un hogar para ambos canes, ya que la mujer fallecida en Vigo había expresó su deseo de que los animales no acabaran en un refugio.

Finalmente ambas fueron acogidas en una casa en Moaña, pero esa persona ya no las puede tener por más tiempo por varias circunstancias.

Yolanda, propietaria de un centro de fisioterapia y recuperación funcional en Vigo, se ha vuelto a poner manos a la obra.

Ella se dedica desde que tenía 13 años al rescate de perros y gatos abandonados, recuperados de criaderos ilegales y situaciones de acaparamiento, animales que han sido salvados de situaciones de maltrato, abandono, peligro o desastres naturales de manera voluntaria y «por amor a ellos», dice, pide ayuda de nuevo para el caso de Canela y Brandy. Hay muchos otros, pero para ella este caso es muy especial ya que la mujer que las tenía, «antes de morir me pidió por favor que no permitiera que sus perras vivieran encerradas entre rejas». Yolanda, que tiene a varios a su cargo, cuenta que Ana, la responsable de estas mascotas en su nueva familia de acogida en Moaña, «es una mujer valiente que decidió darles todo el amor y cuidados hasta el día de hoy, pero su situación familiar y enfermedades la obligan a tener que pedir ayuda para la adopción de Canela y Brandy». Aseguran ambas que las dos perras son muy tranquilas y educadas, «solo piden una familia en la que poder pasar el resto de sus días».