«Un non é vello ata pasar dos cen, nós temos 90 anos e estamos bastante ben»
MONDARIZ-BALNEARIO
Mondariz-Balneario cumple un siglo como ayuntamiento independiente. La primera generación de vecinos, que se sienten troncosiños, lo celebra
09 oct 2024 . Actualizado a las 01:11 h.La edad no solo es un número. Si no, que se lo pregunten a los primeros vecinos del municipio de Mondariz-Balneario. Rondan los cien años, los mismos que su ayuntamiento, porque fue el 30 de noviembre de 1924 cuando decidieron emanciparse y constituirse como municipio con jurisdicción propia. Ahora celebran con gran orgullo la efeméride: «Los vecinos de Mondariz-Balneario somos autosuficientes y no necesitamos ni queremos depender de nadie más». Así lo advierte el juez de paz, Juan Pita Carballa, de 93 años. Es el varón de mayor edad de la villa y, con toda probabilidad, el decano de los jueces de paz en activo de toda España.
Juan no recuerda con exactitud la fecha del nombramiento, «pero ya estaba en el cargo cuando me casé en 1959». Así que por aproximación y según sus cálculos, cuando menos es desde hace 65 años la autoridad que se encarga de prevenir, evitar y juzgar actuaciones que puedan alterar la paz de los 704 vecinos que, a día de hoy, residen en Mondariz-Balneario. Es el concello más pequeño de Galicia, con 2,31 kilómetros cuadrados, pero no quieren ni oír hablar de fusionarse o depender de nadie.
El veredicto del parlamento de sabios del municipio, formado por los mayores de 80 años que se reúnen una vez al mes con el gobierno local para compartir una tarde de convivencia, es unánime: «Solo queremos ser Mondariz-Balneario o Troncoso, que es también topónimo del lugar porque es el nombre de la parroquia que se separó de Mondariz hace un siglo».
Dejando a un lado los municipios de nueva creación, constituidos por fusión, el suyo es posiblemente uno de los más jóvenes de Galicia, aunque su historia comenzó a escribirse mucho antes. En cualquier caso y, aunque ya no queda en la villa ningún vecino nacido en 1924, año de la autodeterminación o antes, los que lo hicieron la década siguiente advierten que el secreto del lugar no son solo las bondades de las famosos aguas termales que disfrutaron personalidades de la talla de Emilia Pardo-Bazán, Rosalía de Castro, Alfonso XIII y hasta el mismísimo Rockefeller.
«O da auga está moi ben, pero aquí a recomendación é comer de todo, beber un vaso do viño do mediodía e ser boa persoa», dice Carmen Edra, de 93 años. Y asienten los otros quince vecinos mayores, que comparten como cada mes una merienda de convivencia con baile, canto y bingo dirigido a viva voz por el alcalde César Gil (BNG), de tan solo 32 años.
Celebran orgullosos el centenario del municipio, pero advierten que «hoxe en día, ata pasar dos cen anos aínda non é un vello, nós temos máis de noventa e estamos bastante ben», dice Carmen Edras mientras acompaña con palmas el repertorio musical que va surgiendo, mientras disfrutan de la merienda.
A su lado está Mercedes Vilas, otra joven de 93 conocida como Mercedes das colonias porque trabajó durante años el bar con estanco que se llamaba así. Está entusiasmada. «Feliz de poder seguir aquí desfrutando cos veciños ós que tanto quero. César viña xogar á miña casa cos outros nenos e agora que é alcalde, xogamos nós con el», dice. Su mirada y una enorme sonrisa reflejan la felicidad de una tarde de juegos y confidencias. Como las de entonces, pero ahora con el alcalde cantando los números de un bingo con los veteranos de su villa o entonando el repertorio que surge espontáneamente entre café y café.
El regidor y la concejala Rosa María Alcalde se ocupan de todo, hasta de los desplazamientos de ida y vuelta de los vecinos que estrenaron el libro de registro de nacimientos de su municipio. Son los primeros mondaricenses de la villa termal tras su independencia, pero muchos prefieren el gentilicio de troncosiño.
«Aquí vívese ben porque hai leiras, festas e os veciños coidámonos moitos uns a outros, somos como unha gran familia», sentencia Mercedes das colonias. Acompañada por su hijo y una de sus dos nietas, muestra también su alegría porque «ao meu bisneto Rai, con case dous anos, encántalle vir tomar a auga con gas de Mondariz-Balneario». Defienden que el elixir de la eterna juventud puede ser ese, pero «sen faltar o vaso de viño da comida». Pepe Toucedo añade un chupito diario a la fórmula magistral que, aseguran, mantienen para seguir disfrutando de la vida tan sanamente a partir de los ochenta En su memoria, decenas de historias que recapitulan de corrido y otros recuerdos, igualmente vívidos, para olvidar.
Nadie quiere hablar del gran incendio que destruyó el gran hotel que levantó Jenaro de la Fuente. El gesto de la mayoría cambia al remontarse hasta ese 9 de abril de 1973 y varios de los que trabajaron en él piden cambiar de tema. «Diso non quero falar, vin arder o hotel no que me iniciei como pinche ós dez anos», dice Pepe Toucedo. Solo había empezado a vivir porque este cocinero, que trabajó en locales tan emblemáticos como A Taberna Galega, estuvo también embarcado 18 años recorriendo el mundo entero. «Pero nunca viviría noutro sitio, porque aquí están as miñas raíces», asegura.
Carmes Feas y Beatriz Ferreiro no pueden estar tanto en la villa como quisieran, pero tampoco faltan a la cita: «A nosa casa e o noso corazón están aquí». Engracia es la veterana, con 97 años.
En el capítulo de servicios necesarios, también hay acuerdo por unanimidad: «Queremos un centro día, una residencia y que amplíen el cole».