El investigado por asesinar a Judit y dejarla tirada en una cuneta en O Porriño ya estaba en la cárcel por agredir a otras mujeres

La Voz O PORRIÑO

O PORRIÑO

M.MORALEJO

El detenido ingresó en la prisión de A Lama en diciembre, también acusado de robos con intimidación

23 abr 2024 . Actualizado a las 18:22 h.

La jueza del Juzgado de Instrucción número 3 de O Porriño ha tomado hoy declaración como investigado a un hombre por la muerte de la mujer cuyo cadáver fue hallado en el polígono de As Gándaras en noviembre pasado. El sospechoso ha sido trasladado desde la prisión de A Lama, donde se encuentra interno por otra causa. La jueza ha acordado su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, como presunto autor de un delito de homicidio debido a los indicios obtenidos tras el análisis autorizado por la jueza de las antenas de telefonía móvil y su conexión con los terminales de víctima e investigado.

El hombre prestó su consentimiento para la toma de muestras de ADN, que serán cotejadas con las encontradas en el cadáver de la fallecida.

En la inspección ocular practicada por el Equipo de Policía Judicial de la Comandancia de Pontevedra se habían recogido numerosos vestigios. La investigación, coordinada con el juzgado de O Porriño, pudo demostrar que «el investigado estuvo con la víctima durante la noche en la que murió de forma violenta», ha confirmado la Guardia Civil. Se da la circunstancia de que el hombre ya estaba en prisión desde diciembre como autor de robos con intimidación y agresión sexual a mujeres.

 La aparición

El cadáver fue localizado en uno de los accesos entre el polígono de As Gándaras y la autovía A-55. El cuerpo apareció junto a un zarzal de silvas tumbado boca arriba. La mujer era de mediana edad, morena e iba vestida de negro. En la zona tuvieron que trabajar el equipo de criminalística de la Guardia Civil, efectivos del 061 y miembros de la Agrupación de Protección de Protección Civil y otros efectivos. 

La autopsia logró identificar a la víctima como Judit M.G. de 37 años. El cuerpo no presentaba heridas ni marcas externas que revelaran la posible causa de la muerte, pero durante la inspección ocular que se practicó el mismo día se localizó metido dentro de la boca un pañuelo. Todo apunta a que fue esa tela introducida en la garganta —que se retiró en el transcurso de la autopsia— la que provocó la muerte por asfixia de la mujer.