Condenado a 9 meses de cárcel un radical de Ponteareas que agredió a un policía

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera PONTEAREAS / LA VOZ

PONTEAREAS

óscar vázquez

El suceso ocurrió ante la puerta del Concello que estaba custodiada por los agentes para impedir la entrada al salón de plenos

14 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Un joven radical de Ponteareas, Santiago M.R. ha sido condenado a nueves meses de prisión por un delito de atentado contra un policía al que agredió dándole patadas y vociferando contra él. El juez le absuelve del delito de injurias y desórdenes públicos y no se pronuncia contra la acusación de maltrato. El juicio fue tramitado por el juzgado de instrucción de Ponteareas que envió el caso al penal número 1 de Pontevedra para que abriese el juicio oral por resistencia grave y desobediencia a la autoridad.

Este es el segundo condenado por los graves altercados que se produjeron el 19 de marzo del 2013. El día de San José no fue una fiesta en Ponteareas. En el Concello se celebraba un pleno sobre el problema de las preferentes con los ánimos muy caldeados. La plataforma de afectados presionó al Ayuntamiento, presidido entonces por el popular Salvador González Solla, para que condenase la venta de este producto financiero durante la sesión plenaria. Solla dejó hablar al portavoz de los preferentistas, un miembro de la CIG. Cuando acabó le recriminó no tener preferentes y le llamó sindicalista, enervando más a los asistentes. Como había cientos de personas que querían acceder al Concello, el alcalde ordenó a la Policía que cerrase las puertas por falta de aforo. Eso desencadenó escenas de tensión en las que intervino Santiago M.R. En el juicio celebrado en Pontevedra, el acusado negó haber empujado a un policía y haber dado empujones y manotazos a otro agente. Pero uno de los agredidos manifestó en la vista oral que el acusado «vociferaba, estaba alterado y agresivo» y «lo agarró y arrastró hacia fuera» cogiendo al policía por el anorak. Luego propinó «patadas y manotazos» a su compañero.

El juez señala que «a priori se podría tildar de resistencia el hecho de agarrar al primero de los agentes y quitarlo del lugar donde se encuentra para poder acceder al Concello, pero es preciso recordar que el acusado se dirigió a un segundo agente y le propinó patadas y manotazos, por lo que su conducta es constitutiva de delito de atentado».

Las fotografías acreditan que la secuencia de los hechos se produjo como las víctimas señalaron durante la vista oral. La sentencia recoge que Santiago trae hacia sí al agente M.C. y otra persona, ya condenada por estos hechos (Antonio Jesús P.R.), lo empuja por detrás. Luego Santiago cae al suelo, «se levanta furibundo» y se dirige hacia el agente B.M., a quien propina manotazos, patadas y empujones.

La acusación particular, en representación de los dos agentes atacados cuando protegían la puerta del Ayuntamiento, solicitó que condenasen al acusado por un delito de injurias, otro de desórdenes públicos y de una falta de lesiones.

El juez pone de manifiesto que Santiago intentó entrar en el Concello al grito de «hijos de puta, y es sabido que tal expresión no es de la gravedad suficiente para ser considerada delito y dado que la falta de injurias está despenalizada, el acusado debe ser absuelto de tal infracción».

Multa

En cuanto al delito de desórdenes públicos, el tribunal señala que «no consta que el pleno que se estaba celebrando hubiera sufrido algún tipo de alteración, ya fuera suspensión o interrupción por la acción del acusado», que actuó fuera del inmueble, por lo que no cabe imputarle el delito de desórdenes públicos.

La acusación particular había imputado a Santiago M.R. una falta de lesiones por la que solicitaba para él un mes de multa, con una cuota diaria de 10 euros y 1.550 euros en concepto de responsabilidad civil.

El juez sostiene en el fallo que el acusado no es responsable de las lesiones que sufrió el agente de policía porque fue otro condenado, Antonio Jesús P.R. el que empujó al agente y le hizo caer contra la maceta rompiéndose una costilla y sufriendo diversas lesiones.