Los vecinos de Chapela temen que rachas de más de 100 kilómetros por hora puedan provocar la caída de la torre abandonada hace años
29 ene 2014 . Actualizado a las 12:20 h.El crac de la construcción dejó España como un sembrado de grúas paralizadas. Una de ellas, abandonada desde hace tres años y a merced del temporal, siembra la inquietud entre los vecinos de Chapela que piden al Concello que adopte medidas de seguridad. Ayer mismo se registraron en Redondela rachas de viento de 103 kilómetros por hora. «A raíz de la ciclogénesis del día 24 de diciembre nos transmitieron la preocupación por este tema», señala el concejal de Urbanismo y Seguridad Ciudadana, Arturo González.
La asociación de vecinos ha enviado una carta al alcalde, el popular Javier Bas, transmitiéndole su preocupación por la grúa torre de pluma, instalada a la altura de los números 79, 81 y 83 de la avenida de Vigo.
La entidad que preside Ángela Méndez le ha preguntado por escrito al regidor si la grúa pasa las revisiones periódicas obligatorias. Méndez se ha asesorado con un empresario del sector. «Nos ha dicho que si no tiene mantenimiento este tipo de grúas tienden a bloquear el freno y un temporal puede derribarla y tirarla al suelo».
Pendiente de juicio
El alcalde ha encargado a Urbanismo un informe sobre el asunto. Arturo González señala que «hace dos años pedimos a la constructora Ramilu la documentación sobre el mantenimiento de la grúa, que es propiedad de Baygar. Nos la entregaron. Pero el mantenimiento tiene que ser anual y les hemos solicitado nuevos informes. Si no está en perfectas condiciones la empresa tendrá que desmontarla».
Mientras, el miedo se apodera de los vecinos. Manuel Iglesias, un vecino de la zona que acaba de recoger a su nieta del colegio, señala que «la grúa es un poco peligrosa, y cuando hay aire gira algo». «Estamos cagados», reconoce Juan David Vilas, propietario del taller Rectificados Chapela, situado en el edificio colindante. Este bajo ya sufrió daños durante la construcción de los cimientos del edificio. «Aún estamos esperando el juicio», señala el propietario del negocio mientras muestra las grietas que atraviesan el inmueble por la embestida del edificio colindante cuando estaban excavando los pivotes de sustentación.
En la peluquería Alejandra Durán, corroboran que «los vecinos están un poco preocupados porque parece peligroso».