La iglesia barroca de Reboreda recuperará la cúpula derribada por el impacto de un rayo
REDONDELA
Afectó al conjunto, con 150 piedras de 25 toneladas
27 nov 2024 . Actualizado a las 08:50 h.Comienza la cuenta atrás para que la cúpula barroca que un rayo fulminó el 8 de marzo del 2022 vuelva a presidir la iglesia de la parroquia de Santa María de Reboreda, en Redondela. Los trabajos, que cuentan con un presupuesto superior a los 300.000 euros financiados por la Xunta, arrancaron esta misma semana y se prevé que duren varias más ya que es una intervención minuciosa y compleja. El objetivo es reconstruir el conjunto, que mide 3,20 metros de diámetro por 9 de altura, y poder colocarlo de nuevo en su lugar original.
Vecinos de la zona, como Andrés Couñago, mostraban ayer su satisfacción por el inicio de las obras que permitirán a los parroquianos volver a disfrutar de su monumental joya. Los trabajos se centran en la reconstrucción y consolidación del campanario, la fachada y la cubierta, con el objetivo de reparar todos daños provocados por el rayo. El temporal provocó daños externos en la torre, en la cubierta de la nave y en la bóveda. Además, también hubo impactos sobre la fachada principal y las zonas más cercanas que rodeaban a la iglesia.
La cúpula fue reparada piedra a piedra por un grupo de canteros durante el verano de 2022, pero será ahora, con el respaldo de la Xunta, cuando se restaure la totalidad de la edificación.
Los trabajos costeados con fondos parroquiales que se recaudaron tras el derrumbe fueron especialmente dificultosos debido a que las piedras cayeron desde una altura de 27 metros, algunas partieron y había que conseguir encajar todas las piezas. Pero consiguieron darle de nuevo forma a la cúpula barroca que fulminó un rayo con 150 piedras de 25 toneladas. El trabajo, en el que participaron cinco canteros, dos arquitectos y el párroco, José Carlos Rodríguez, permitieron reunificar la estructura en el atrio de la iglesia, explicó entonces el maestro cantero de Tui Pelayo Alfaya Pérez. Así ha permanecido hasta ahora, que ha comenzado a desmontarse de nuevo para hacer una reconstrucción fidedigna con más medios y técnicas.
Cuando se ubique en su emplazamiento original, podrán volver a sonar de nuevo las campanas, algo que ahora es imposible porque les faltan 25.000 kilos de peso encima. Durante el peritaje inicial, los técnicos observaron que no solo sufrió daños externos. Los bloques que cayeron dañaron un arco que se desplazó.