Pontevedra asistió el pasado año a 82 menores en dificultad social

maría conde PONTEVEDRA / LA VOZ

VIGO CIUDAD

La capital desarrolla un programa pionero en atención familiar

02 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

En el año 2006, el Concello de Pontevedra puso en marcha un proyecto pionero en asistencia social, el programa de atención familiar, una iniciativa que en la provincia pontevedresa solo tiene una experiencia similar en Vigo. A través del equipo de la Fundación Meniños, este programa de la Concellería de Benestar Social dirige su atención a los niños y adolescentes en situación de riesgo, de desamparo o que tienen problemas de conducta, con una intervención directa en las familias. Son casos que se detectan en Servizos Sociais del Concello o por otras instancias como los propios centros escolares.

El pasado año, esta asistencia, que prestan un psicólogo, dos trabajadoras sociales y una trabajadora social, llegó a un total de 53 familias de la capital, que tenían a su cargo a 82 menores. Aunque la cifra de atenciones se ha incrementado en los últimos años, no necesariamente esta es una consecuencia de la crisis. «Un 50 % de los casos sí que están relacionados con la crisis o situaciones económicas complicadas, pero la otra mitad se refieren a trabajo con adolescentes donde la situación familiar es normal, pero donde hay conductas de riesgo», señalan desde Meniños.

La mayoría de los menores atendidos el pasado año lo fue precisamente por esas conductas (un total de 20), sobre todo relacionadas con el consumo de drogas, además de problemas de comportamiento en el hogar y, en contados casos, violencia en el seno familiar. Le siguen los casos de atención familiar con menores en riesgo de desprotección (fueron 18) que, como señalan desde la Fundación Meniños, «presentan algún tipo de carencia en sus cuidados». «Hay carencias leves -añaden- y otras en las que hay riesgo de que les retiren al niño». En algunos casos, se logra evitar este triste desenlace.

Absentismo escolar

A veces, la alarma salta por el absentismo escolar. Meniños asistió a ocho niños el pasado año por problemas de conducta derivados de esta problemática. «Pensamos que no hay absentismos puros, no hay un chaval que el único problema que tenga es que no vaya a clase, siempre hay alguna dificultad asociada y el absentismo puede ser la alarma», agregan desde la fundación.

Este es un programa voluntario y gratuito para los participantes y desde Meniños señalan que muchas familias «acuden muy afectadas». «Sobre todo las que acuden por problemas de conducta de sus hijos, que en ocasiones acaban en violencia», admiten.

Hay que recordar que la terapia es para toda la familia. Se trabaja a nivel individual con el adolescente y luego con el resto de la unidad familiar y sí es cierto que en los últimos años la crisis ha motivado que entre los cometidos del programa también esté el de atender las necesidades básicas de las personas que vienen reclamando ayuda. «Procuramos potenciar sus recursos, para que puedan sobrellevar estas circunstancias», añaden desde Meniños.