Un club humilde con hambre de crecimiento

Antía Davila Pérez VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

cedida

Miguel Estévez, entrenador del equipo, lucha por consolidar un grupo de jugadoras diverso y con potencial

04 sep 2017 . Actualizado a las 13:13 h.

No nacieron con grandes pretensiones, pero tienen potencial y, sobre todo, muchas ganas. El club Black Voley Vigo se puso en marcha hace ya siete años de la mano de un grupo de chicas que buscaban practicar deporte: «Esto surgió por parte de un grupo de aficionadas al voleibol que apenas tenían contacto con el deporte. Jugaban de manera amateur, pero les apasionaba», explica el entrenador del equipo, Miguel Estévez. Las aspiraciones deportivas de las jugadoras fueron creciendo: «A medida que vas mejorando te exiges más, te hace falta algo más. A las jugadoras les pasó eso, así que en 2010 decidieron lanzarse a montar un club, con las dificultades que eso conllevaba», detalla el técnico.

«Durante los dos primeros años de vida de la entidad, las jugadoras se dedicaban a entrenar, jugar con otros equipos amateurs... Su salto a la federación coincidió con mi llegada al club», relata Estévez, que desde el 2012 acompaña e instruye a las jugadoras del Black Voley Vigo. «Conocía a algunas de ellas y contactaron conmigo. La oferta me llegó en un momento perfecto, porque el equipo en el que estaba jugando hasta entonces se había disuelto, así que acepté encantado continuar con el proyecto», dice el preparador.

Estévez cuenta con una larga trayectoria como jugador del club Vigo Voleibol, con el que llegó a jugar en la primera división. Sin embargo, sus primeros pasos como entrenador no los describe como sencillos: «Tuve mucho que aprender porque yo venía de competir, de jugar para ganar, para llegar lo más arriba posible, con unos entrenamientos muy intensos... Al pasar de estar en ese mundo a gestionar un equipo que se está iniciando, tuve que hacer un ejercicio de contención, ya que en ese momento les faltaba mucho rodaje. Me costó, pero logramos encontrar el punto entre sus necesidades y sus objetivos y los míos como entrenador, que no son llevar al equipo al primer puesto, sino mejorar para competir lo mejor posible», explica Estévez, que asegura que «después de tantos años juntos he visto la evolución de las jugadoras, y ellas también lo han notado, que es lo más importante».

Sin embargo la tarea de Miguel como preparador continúa siendo complicada a veces. «Al ser un club modesto, el equipo ha ido renovándose año tras año. Hemos tenido todo tipo de jugadoras, y consolidar un grupo en el que el nivel deportivo es tan variado tiene sus dificultades, hay que dedicarle tiempo».

El ámbito económico tampoco es fácil de gestionar. Sacar adelante un club con poco presupuesto es complicado, y eso se refleja en la falta de oportunidades de crecimiento de la entidad: «Facilidades nos dan las justas. Si quieres mejorar, necesitas entrenar. Por parte de las jugadoras hay muchas ganas, y el club lleva siete años luchando por conseguir más horas en las instalaciones, pero al ser un equipo modesto nuestras necesidades no se consideran prioritarias», clama Estévez Davila.

Empeño por salir adelante

La temporada pasada no resultó nada mala para el Black Voley Vigo, ya que llegaron a jugar la fase de ascenso de su categoría, la segunda división autonómica. No obstante, las jugadoras no se rinden, y ponen todo de su parte para continuar compitiendo: «Todas hacen sacrificios para venir a entrenar a las horas que tenemos instalaciones, y todos los fines de semana recorremos la geografía gallega representando a Vigo», manifiesta Estévez Davila, que explica que «al tener que competir fuera, en nombre de tu ciudad, la mentalidad cambia. No dejas de divertirte, pero sientes más responsabilidad».

Sin embargo, el entrenador del equipo no se deja intimidar y, ante todo, no pierde el verdadero objetivo: Divertirse. «Nosotros poco a poco vamos madurando y creciendo, pero siempre intentando buscar el equilibrio entre competir y disfrutar del juego, independientemente de si ganamos o perdemos», expresa el entrenador..