Kaleido Robotics ensaya el uso de vehículos autónomos en suministro logístico
VIGO CIUDAD
El proyecto es uno de los seleccionados para participar en la aceleradora que impulsa el clúster de la automoción
12 oct 2017 . Actualizado a las 22:24 h.«Los robots tienen que hacer trabajos de robot; y las personas, de persona». La frase de Nicolás Troncoso, director de innovación de Kaleido Robotics encierra la filosofía del proyecto en el que se han embarcado: implantar el uso de vehículos autónomos para cubrir las necesidades logísticas que generan los flujos de material entre el almacén y el borde de línea de producción de las empresas. «Nos basamos en una tecnología que importamos de Canadá y que es la misma que está detrás del coche autónomo de Google», dice.
Se trata de un sistema aplicable a cualquier ámbito productivo pero, según explica, han apostado por centrarse en la automoción. De hecho, la idea es una de las seleccionadas por el clúster del sector, Ceaga, para participar en la segunda edición de la aceleradora Business Factory Auto (BFA). «El respaldo de una entidad como Ceaga va a suponer la posibilidad de tracción de las grandes empresas, lo que sin duda nos va a permitir escalar más rápidamente», reconoce.
De momento, son tres las compañías, todas con factoría en Vigo aunque con sede fuera de Galicia, que se han interesado por esta tecnología. En Estados Unidos ya funciona, pero no hay nada parecido en Europa, lo que implica un proceso de homologación. Es lo que hace Kaleido Robotics al tiempo que realiza las primeras pruebas. «Hemos previsto una flota de inicial de 5 unidades. La primera llegará esta semana», dice Troncoso.
Asegura que son muchas las ventajas que ofrece esta solución. Para empezar, no necesita ninguna estructura física para su implementación. Es el propio vehículo el que mapea las instalaciones y, a partir de ahí, se automatizan los flujos. A través de la digitalización capta los datos de producción, lo que permite saber cuáles son las necesidades de material en cada momento. En la actualidad el transporte de material en el interior de las fábricas suele hacerse en carretillas o en trenes siempre tripulados. «En algunos casos el operario llega a empujar cestones de más de 300 kilos», dice Troncoso, que añade que son trabajos tan forzosos que tienen una gran rotación y nadie los quiere ocupar esos puestos.
Se trata de un vehículo tan versátil que, llegado el caso, puede llegar a constituir una propia cadena de montaje. De hecho, ya se ha probado en Estados Unidos para montar chasis. Y es que otra ventaja notable es que puede soportar un peso de hasta 1.500 kilos. «No existe ninguna plataforma en el mundo que pueda con 1.500 kilos», asegura Troncoso, que añade que es ir un paso más allá, pero puede ser el futuro, ya que se evitan estructuras físicas en el suelo, lo que facilita cualquier modificación en las líneas de producción en muy poco tiempo. «Bastaría con cambiar el software. No se necesitaría hacer obras».
Por otra parte, se trata de una tecnología muy personalizable, ya que sobre el vehículo pueden instalarse cajas, celdas o cualquier otro sistema de suministro logístico de los que habitualmente utilizan las empresas para mover material en interno.