Llega la Reconquista y, con ella, los vigueses que proclaman que ellos, en 1809, habrían luchado del bando francés. Es una posición a contracorriente que sale gratis. Por suerte, no podrán viajar en el tiempo y vivir en sus carnes una idea tan peregrina. Para empezar, la ocurrencia suena simplista y maniquea. Porque habría que preguntar si Napoleón les parece un demócrata. Sobrarían ejemplos para sostener lo contrario, incluidas sus ínfulas dinásticas. Mientras que el parlamentarismo inglés, con menos ruido, ha dado más nueces que la Revolución Francesa. Además sorprende encontrar a gente de izquierdas defendiendo una revolución burguesa. Y obvian algunos datos. Porque es cierto que la nobleza y la Iglesia combatieron a Bonaparte en favor de los privilegios del Antiguo Régimen. Pero es injusto olvidar que en Vigo lucharon muchos liberales que luego fueron a redactar en Cádiz la primera Constitución del país. Que les traicionase Fernando VII con sus persas es otra cosa. No todo es tan simple como a algunos les parece. Y para terminar, están los abusos que cometieron las tropas francesas en Galicia. Hay que leer a Nayles, al Rifleman Harris, a Osuna Rey, a Barreiro, los libros de difuntos parroquiales, la colección Duque de Bailén... y repasar las atrocidades de aquella ocupación. ¡A ver quién no se levantaba en armas! Como sucedió en Irak o en Vietnam es mala idea exportar la democracia a tortazos. Así que festejemos en el Casco Vello en una fiesta admirable y consolidada, aunque tenga algún defecto. Y deseemos que se invente pronto la máquina del tiempo. algunos se merecen poner en práctica sus propias ocurrencias...