El muelle de O Marisquiño colapsó por el deterioro estructural, no por el concierto

Diego Pérez Fernández
Diego Pérez VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Zona donde se hundió el Paseo das Avenidas durante un concierto de O Marisquiño este pasado agosto
Zona donde se hundió el Paseo das Avenidas durante un concierto de O Marisquiño este pasado agosto Oscar Vázquez

El dictamen pericial del juzgado apunta que el mar fue dañando el hormigón portuario

04 may 2019 . Actualizado a las 23:46 h.

El accidente de O Marisquiño en agosto del año pasado, cuando un pantalán se vino abajo durante un concierto y resultaron heridas 467 personas, se produjo por el grave deterioro estructural de la armadura que sustentaba el muelle.

El hundimiento no se produjo, en ningún caso, por posible sobrecarga de espectadores en la actuación organizada por el festival. Tampoco por el mal estado de la superficie. Así lo determina el informe pericial encargado por el Juzgado de Instrucción número 3 de Vigo, al que ha tenido acceso La Voz.

El dictamen, firmado por el profesor de Ingeniería de la Construcción Javier de la Puente, que ya forma parte de las diligencias del caso, se hizo a partir de inspecciones visuales, toma de fotografías y análisis de los materiales y la documentación requerida a las partes implicadas en el siniestro.

El perito explica que el origen del problema hay que situarlo en la corrosión «muy avanzada», por la acción del mar, de la armadura que sustenta el muelle diseñado en 1978. «La estructura del muelle se encuentra en un ambiente marino denominado zona de salpicaduras, que resulta especialmente agresivo para las estructuras del hormigón armado y pretensado», señala. El daño comienza lentamente, pero con el tiempo se va acelerando al oxidarse la armadura y producirse una serie de reacciones: incrementa su volumen de forma considerable, expulsa el recubrimiento protector y se produce la pérdida de la sección de acero. «La causa del desplome ha sido el deterioro de la sección resistente de los paneles prefabricados pretensados por la acción continuada del ambiente marino agresivo», concluye.

Una segunda conclusión del informe es que no hubo sobrecarga de personas por el concierto que daba el rapero Rels B aquella noche. La normativa señala que la zona podía soportar hasta 500 kilos de peso por metro cuadrado. «Según los datos disponibles y las estimaciones realizadas, en el momento de celebrarse el concierto, la carga media de espectadores podría cuantificarse con un valor no superior a 250 kilos por metro», indica el perito.

La rotura del muelle fue súbita y sin grandes aglomeraciones previas. En realidad, apunta el informe, la carga que suponían los espectadores (la organización estima 4.500 personas para un aforo máximo de 5.000) en la zona colapsada «se encontraba muy por debajo del valor de referencia de sobrecarga» y «en ningún caso puede ser considerada como un uso de carga abusivo». Ni siquiera en la parte próxima al escenario, aunque hubiese el doble de espectadores. Esta conclusión, en principio, exime a la empresa organizadora de responsabilidad.

Otra cuestión que apunta el perito podría favorecer al Concello si se determina que el mantenimiento de la estructura que sustenta el paseo y en la que nunca hubo revisiones es competencia portuaria: la reforma que se hizo con el proyecto Abrir Vigo al Mar en 1995 «no supuso ningún deterioro de las condiciones estructurales del muelle». «Más bien al contrario, significó una minoración en la sobrecarga de uso a la que se encontraba sometida la estructura», porque eliminó el tráfico y el aparcamiento. No hubo sobrecarga de espectadores y tampoco había «ningún deterioro» en la superficie

Ayuntamiento y Puerto, enfrentados a la espera de que la Justicia determine el responsable

El informe pericial no determina quién es responsable del hundimiento del muelle. No es ese el trabajo de los ingenieros, que se han limitado a señalar qué pasó y por qué desde un punto de vista técnico. Será la jueza que instruye el caso la que señale posibles culpables. El Ayuntamiento de Vigo y la Autoridad Portuaria siguen cruzándose reproches desde la misma noche del accidente. Nada ha cambiado en ese sentido.

El alcalde, Abel Caballero, sostiene que el pantalán hundido es del Puerto, y el presidente de este último organismo, Enrique López Veiga, replica que el mantenimiento de la zona era responsabilidad municipal. Nadie mueve ficha. Ni siquiera para arreglar el paseo, que tiene un aspecto lamentable, o para tapar el agujero del siniestro cuando se acerca una nueva edición de O Marisquiño. Los cerca de 400 afectados que presentaron denuncias en el Juzgado de Instrucción número 3 de Vigo deberán esperar.