A por la séptima carrera, Manuel

VIGO CIUDAD

M. MORALEJO

Vigo pierde a Manuel Alonso Macías, amigo de su amigos y devorador de libros

17 oct 2020 . Actualizado a las 21:48 h.

Pocas veces queda un recuerdo personal, académico y profesional como el que deja Manuel Alonso Macías en la ciudad donde nació, casi a la sombra del simbólico olivo del paseo Alfonso XII. Se ha ido con 87 años sin despedirse de sus amigos de toda la vida. Los que trataba como si fueran de la familia. Igual que trataba a Vigo, con educación y amabilidad, dos de sus principales rasgos.

Lo sabían bien sus compañeros de carrera, o mejor dicho de carreras. Con ocho décadas a cuestas seguía rodeado de libros, los devoraba como si le fuera la vida en ello y conseguía licenciarse en Ciencias Políticas. Iba por la sexta carrera y lo decía como si tal cosa.

Su curiosidad era innata. Con 17 años, al finalizar el bachillerato, se estrenó como perito industrial, simultaneó los estudios con Mecánica y siguió con Ingeniería Técnica Industrial en la rama de Electricidad. El gusanillo le siguió picando y, una vez casado, decidió ampliar su formación con el título de profesor mercantil (en la actualidad Empresariales).

Con 54 años obtuvo la licenciatura en Derecho y a continuación la de Geografía e Historia. Tal era su afición por los estudios, que en el 80 aniversario sus ocho hijos le obsequiaron con una pancarta en la que decían: «Papá, a por la séptima». Lejos de vanagloriarse comentaba a este diario en una entrevista: «Me considero tonto, porque no sé para qué hice tantas cosas».

Los libros no le alejaron de la perspectiva personal ni evitaron que reconociera la valía de los suyos. Lo más importante de su vida fue Manuela, su mujer, fallecida hace una década. «Complaciente, me dio a mis ocho hijos, que son una piña. Tras su muerte lo pasé mal, llegue a pesar 59 kilos», recordaba con nostalgia.