Vía libre a 51.000 nuevos pisos en Vigo

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

El PSOE aprueba en solitario el Plan Xeral apelando a la vivienda protegida. Caballero cierra el debate diciendo que «la especulación no tiene lugar»

28 ago 2021 . Actualizado a las 01:33 h.

El pleno de Vigo dio ayer un paso clave para contar con un guion que marque el crecimiento de la ciudad hasta el 2050. La corporación aprobó de manera inicial el Plan Xeral con 19 de los 20 votos del grupo socialista (faltó el de Carmela Silva, que no pudo estar en la sesión «por razones personales»). La oposición no lo apoyó. El PP (4 ediles) votó en contra, mientras que Marea de Vigo (2) y el BNG (1) se abstuvieron. Acusaron al gobierno local de haber redactado sin transparencia un planeamiento que creen que no resolverá los problemas de la ciudad.

El alcalde, Abel Caballero, cerró el debate destacando «la gran envergadura» de la decisión que estaban a punto de tomar. Explicó que la primera característica del documento es la seguridad jurídica y, en segundo lugar, la creación de vivienda asequible y libre de especulación. «En esta ciudad la especulación no tiene espacio», manifestó.

El regidor puso en valor que, por primera vez en el municipalismo vigués, una gran parte de las nuevas viviendas protegidas en el futuro serán construidas por iniciativa del Concello. Más zonas verdes, espacios dotacionales deportivos, culturales y lúdicos que cubrirán un déficit histórico y un nuevo modelo de movilidad respetuosa con los ciudadanos, al contrario de lo que fue la ronda que dividía la ciudad, son otras características que puso de manifiesto el regidor antes de proceder a la votación. Afirmó que «este é o Plan que Vigo necesita neste momento» y aseguró que «permaneceremos permeables ás alegacións para que o texto sexa mellorado».

El documento pretende resolver uno de los principales problemas de la ciudad, las dificultades de muchas parejas jóvenes de independizarse y encontrar un hogar que puedan pagar sin tener que marcharse a otros ayuntamientos. Para paliar este déficit, el PXOM plantea dos medidas prioritarias, según explicó la concejala de Urbanismo, María José Caride: en primer lugar, la exigencia en todos los ámbitos de urbanización del 30 % de vivienda protegida (el gobierno calcula que saldrán alrededor de 14.600); y por otra parte, también establece «un plan de choque» para dar respuesta a los solicitantes que permanecen en lista de espera de la Xunta desde hace años, una demanda embalsada de 4.000 personas, descontando el desarrollo de las viviendas previstas en la ampliación del polígono residencial de Navia. Caride afirmó que tomarán la iniciativa «ante la inacción de la Xunta».

El documento prevé cinco ámbitos de suelo dedicados íntegramente a viviendas de protección. Son los de Santa Cristina-Parque Central, con más de 250 viviendas; Guixar, con más de 600; Santa Cristina-Severino Covas, con 710; Cantabria-Ramón Nieto, donde hay más de 700; y Ofimático, con 1.600 viviendas a precio tasado. Zona Franca promoverá viviendas protegidas en el ámbito de Guixar.

Con la proyección de un total de 51.000 nuevas viviendas, el objetivo es que Vigo recupere su peso residencial en el área metropolitana. «Pretende revertir a expulsión de vigueses cara a municipios da contorna da finais do século pasado pola ausencia de vivenda a precio razoable», explicó Caride en el pleno.

El planeamiento también se propone resolver problemas históricos en materia viaria y anticipar o resolver otros nuevos. La exconselleira de Política Territorial citó la integración de la AP-9 en la ciudad desde Buenos Aires a Alfonso XIII, generando espacios verdes que integren los márgenes y eviten la contaminación acústica.

La humanización de la avenida de Madrid, la mejora de los accesos en Navia, Arquitecto Palacios o al Meixoeiro, la semipeatonalización de la plaza de España o una nueva vía entre A Balsa, Clara Campoamor y la A-55 son otras iniciativas contempladas en el plan. En total, el documento prevé 253 millones de euros de inversión en infraestructuras viarias. La mejora de la red de saneamiento acaparará una inversión de 140 millones.

Caride también destacó la apuesta por incrementar las zonas verdes de la ciudad, que pasarán de 2,2 millones de metros cuadrados a 4,9. En el nuevo diseño del municipio, Vigo pasará de tener seis parques de más de 50.000 metros cuadrados a catorce. El Plan Xeral habla de un nuevo sistema de espacios verdes con 32 parques de más de 25.000 metros cuadrados.

Equipamientos

Los redactores también han fijado un aumento de la superficie para equipamientos de 900.000 metros, lo que eleva a 2,6 millones de metros el volumen final. Se duplicarán las dotaciones deportivas con grandes actuaciones en A Balsa, Tomada y Oia. También con grandes equipamientos en la ciudad, como Alfageme o la nave de Frigoríficos de Vigo.

Según Caride, la aprobación inicial supone «un punto y seguido», puesto que ahora comienza el proceso legal reglado de participación pública para incorporar las opiniones y sugerencias que realicen los ciudadanos y colectivos.

La concejala de Urbanismo defendió el proceso de participación pública durante la redacción citando algunos datos. Desde que hace un año y cuatro meses, cuando comenzaron con la tramitación ambiental e iniciaron este proceso, se llevaron a cabo 23 consultas a organismos sectoriales, justificó. El Concello recibió 18 propuestas de entidades y asociaciones y una veintena de particulares hicieron aportaciones. Destacó que se han reunido con comunidades de montes, comisiones de fiestas o asociaciones vecinales y empresariales para darles a conocer las características del Plan Xeral.

En el pleno hubo un anuncio para aplacar las críticas a la falta de participación: el gobierno municipal ampliará el plazo de alegaciones de dos a tres meses. Además, habilitará un espacio en el Concello para poder presentar alegaciones, que también se podrán realizar por Internet. Caride se comprometió a aceptar todas las sugerencias que se lleven a cabo en defensa del interés general.

La previsión es que el nuevo PXOM entre en vigor, definitivamente, en el año 2023. «El compromiso con la vivienda protegida y la mejora de los estándares de calidad urbanística y a la planificación del suelo para actividades productivas apuntalarán Vigo como la capital económica y creativa y social de Galicia», concluyó la concejala de Urbanismo.

PP: «El documento es una chapuza y la ciudad va a quedar empantanada» 

El portavoz popular, Alfonso Marnotes, criticó que el pleno se desarrolló sin la presencia de público y sin que estuvieran todos los concejales en el salón de plenos. Denuncia que no se dieron unas condiciones democráticas para llevar una votación «y así no se puede aprobar un plan general». Afirma que se trata de un documento tramitado en secreto, que nadie lo conoce, hecho por el gobierno sin participación de nadie. «Ahora que lo hemos podido ver, nos hemos llevado las manos a la cabeza porque es una chapuza», critica. Los populares señalan que contiene ordenanzas que han sido copiadas de los planes generales de otros ayuntamientos como Foz, Bueu u Ourense. El PP critica que el Plan cambia la ordenación de la ciudad en la regulación de la vivienda unifamiliar y también en la edificación cerrada entre medianeras al cambiarse las alturas. «Es un desastre absoluto», sentenció Marnotes.

Denuncia, además, que no se prevé una ordenación detallada en muchos ámbitos del municipio. «Esto significa que va a haber cientos de peris. La ciudad quedará paralizada a un desarrollo posterior. Es una barbaridad». Frente a los 11 millones de metros cuadrados que se reservan de suelo rústico y ganadero, solo se crean 650.000 de suelo industrial. Marnotes vaticina que la ciudad tardará muchos años en hacer realidad muchas dotaciones y que la ciudad va a quedar «empantanada».

El PP vaticina que no se van a ejecutar ninguna de las dotaciones prometidas por el alcalde ni las viviendas sociales hasta dentro de muchcos años. Repercutirá en una falta de suelo industrial y un incremento del precio de la vivienda que hará que muchos jóvenes se vayan de Vigo.

Marea critica la celebración del pleno en agosto y sin público en el salón municipal 

Al portavoz de Marea de Vigo, Rubén Pérez, le pareció muy singular que el pleno se haya desarrollado sin público y sin haber terminado el mes de agosto. Pidió que los ciudadanos puedan volver a asistir a las sesiones. El concejal afirmó que el Plan Xeral se aprueba de espaldas a la ciudadanía y vaticina que un urbanismo sin consenso está abocado al fracaso. Para Marea, es preocupante que se tramite de espaldas a la ciudad y que muchos vecinos se están enterando ahora de la aprobación.

Por otra parte, el PXOM no aprovecha la posibilidad de recuperar las viviendas vacías de la ciudad y critica el modelo de inversión inmobiliaria de fondos de inversión. No obstante, felicita que el Concello de Vigo puede ser un agente promotor público, como se hará en el caso de las viviendas proyectadas en Santa Cristina. Afirma que Vigo se colocará así de igual a igual a otras grandes ciudades europeas, mientras la Xunta no da salida a la larga lista de demandantes de vivienda protegida.

Otra cuestión que critica Rubén Pérez es que no se apueste en Vigo por la creación de grandes masas de bosques urbanos como, por ejemplo, se está haciendo en París. También denuncia la falta de coordinación con el resto del área sobre la proyección de viviendas.

El BNG denuncia la falta de transparencia y de participación ciudadana 

El nacionalista Xabier Pérez Igrexas critica que el PSOE no escuchó a nadie a la hora de elaborar el documento y que la aprobación es anómala por la falta de transparencia y participación y, por primera vez en la historia, por parte de una sola de las fuerzas políticas de la corporación. Igrexas cree que el PXOM tiene importantes sombras, como la renuncia a movilizar las más de 18.000 viviendas vacías de la ciudad. Al BNG le preocupa cambios en calificación de parcelas que convierten en rústicos muchos suelos, generando inseguridad jurídica. También lamenta que no haya un compromiso con la recuperación integral de Samil y que el modelo de la ciudad no apuesta por reducir el uso de vehículos privados. Los nacionalistas observan arbitrariedad en diseñar zonas industriales.