El cáncer hace estragos entre las mascotas

María Jesús Fuente Decimavilla
maría j. fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

El 40 % de los fallecidos que llegan al único tanatorio de animales domésticos de Vigo es por este motivo

12 oct 2021 . Actualizado a las 01:20 h.

El único tanatorio y crematorio de Vigo cumple este mes cuatro años. En este tiempo Cremandogal ha llegado a incinerar entre 2.500 y 3.000 mascotas, no solo de la ciudad, también del resto de la provincia, sobre todo, del área metropolitana. Los fallecimientos se han debido a causas tan diferentes como edad avanzada, muerte súbita, accidente, patologías graves hepáticas, de riñón... Pero sobre todo, al cáncer.

«Hay una incidencia muy alta de cáncer en mascotas, en los últimos años está haciendo estragos, un 40 % de los fallecimientos son por esta enfermedad. Hoy mismo incineramos un gatito con carcinoma. La mayoría son perros y gatos, porque también suponen el mayor porcentaje de las incineraciones que hacemos, en torno al 95 %», explica la gerente Belén Abalde. El resto son de todo tipo: conejos, tortugas, hurones, aves...

Como ha sucedido en humanos, también entre los animales domésticos han aumentado las incineraciones, aunque no tanto. En el ámbito rural aún se tiende bastante a enterrarlos en fincas particulares. Tras consultar precios optan por lo más cómodo y barato. No se repara en las consecuencias sanitarias que puede acarrear esta fórmula. «Recuerdo el caso de una familia que acabó en el hospital por la contaminación del agua. Hay unos requisitos difíciles de cumplir porque tenemos una tierra rica en acuíferos y no es fácil mantener la distancia exigida para evitar la contaminación, el cuerpo se descompone y es peligroso», indica la responsable.

Buena parte de los dueños de mascotas, en torno a una 65 %, delegan este momento en las clínicas veterinarias tras fallecer los animales o practicarles la eutanasia. De esta forma se evitan pasar el mal rato al ser los propios profesionales los encargados de ponerse en contacto con el tanatorio para que recoja al animal. Otras veces el servicio de Cremandogal acude al domicilio particular tras recibir la petición.

«Muchas personas quieren venir a despedirse, el cien por cien de nuestro trabajo lo desarrollamos cuando viene la gente. Han perdido un miembro de la familia y es muy duro; las mascotas no salen con los amigos, están ahí siempre con nosotros, son compañeras y hacen que cambie nuestra vida», destaca Abalde.

No trata ni mucho menos de compararlo con el fallecimiento de una persona, pero está convencida de que el sentimiento de dolor y ausencia se siente con la misma intensidad.

Una vez recogido el animal y trasladado al tanatorio, puede permanecer 24 horas en una cámara frigorífica si la incineración es individual. Si es colectiva, la estancia se prolonga durante una semana o diez días en cámara de congelación. En el primer caso las cenizas se colocan en una urna y se entregan al dueño del animal. Hay quien las deja en casa, otros en fincas, macetas...

Las cenizas colectivas se guardan en un depósito y cada cierto tiempo el tanatorio contacta con un gestor de residuos para su retirada. Previamente a la incineración se ofrece la posibilidad del velatorio. Suele durar entre quince y veinte minutos y la mascota se coloca en un túmulo para que su dueño tenga la oportunidad de despedirse en las mejores condiciones. A diferencia de lo que suele ocurrir en los velatorios humanos, a los de mascotas también acuden niños con sus padres, familias enteras e incluso los dueños de otros animales con ellos. Muchos han compartido parques y actividades durante años.

El precio de los servicios varía en función de lo que se ofrezca. Lo más económico, la incineración colectiva, supone 65 euros. Lo máximo puede llegar a 400 si se trata de atención individual con velatorio y otra serie de circunstancias como peso elevado del fallecido. También influye el horario y los kilómetros que se hagan para la recogida. No es igual el desplazamiento en la misma ciudad que si hay que trasladarse hasta A Guarda.

Durante las restricciones por el covid los velatorios presenciales se suprimieron, igual que sucedió en los tanatorios de humanos. «Cuando se anunció el confinamiento recibimos un montón de llamadas para preguntarnos si seguíamos activos porque pensaban que no eramos un servicio esencial y sí lo eramos. Ese mes tuvimos un pico de trabajo, no sé que pasó, la gente se puso nerviosa. Clínicas que no habían trabajado con nosotros se vieron apuradas y nos llamaron».

Como sucede con las personas, también las estaciones repercuten en la salud de los animales de compañía, lo que hace que en el tanatorio se produzcan picos de trabajo. Los cambios de estación o temperatura agudizan las patologías y surgen los achaques, sobre todo, entre los más mayores.

El censo de perros de Vigo ha experimentado un continuo crecimiento como demuestra el hecho de que en el último lustro haya aumentado en 680. Según los datos del Colegio Oficial de Veterinarios de Pontevedra, en la actualidad suponen ya 46.422. De ellos, más de dos mil, en concreto 2.062, pertenecen a las razas calificadas como potencialmente peligrosas, en total 16. La obligatoriedad de tenerlos registrados ha contribuido posiblemente a engrosar la lista, sobre todo en el caso de estos últimos, para los que existen unas condiciones mucho más rígidas y multas sustanciosas.

2.500-3000

Cremaciones

Son las realizadas desde hace casi cuatro años.

65 €

Precio

Es el mínimo y puede llegar a 400, según los servicios.

46.200

Censo

Número de perros en Vigo, según el Colegio de Veterinarios