La incursión de Francis Drake en Vigo vista por los ingleses

j. miguel gonzález fernández MIEMBRO DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS VIGUESES

VIGO CIUDAD

Fue uno de los más asoladores sucesos bélicos padecidos por la villa

01 ago 2023 . Actualizado a las 11:33 h.

Es norma que estos artículos se basen en documentos históricos manuscritos o, en menor medida, en noticias de prensa de época, pero no pudimos sucumbir a la tentación de hacer un breve repaso del libro Sir Francis Drake. El pirata de la reina (2002), de Harry Kelsey, dado su muy limitado conocimiento entre el público como por ofrecernos el punto de vista inglés del asalto de Vigo en 1589, que en algunos puntos se contradice con lo ya escrito por nuestros eruditos locales.

Regresaba la flota de Drake, después de arrasar el barrio de A Pescadería de A Coruña, del fracaso del asalto a Lisboa, en apoyo del Prior de Crato El bastardo, aspirante al trono portugués y enemigo acérrimo de Felipe II, esperando capturar alguna escuadra de Indias y sus tesoros, cuando hace escala en las Islas Cíes el 18 de junio. Junto con las tropas del comandante Careil. Lo que habría de venir estaba en relación con la política de Isabel I de Inglaterra de debilitar el poder marítimo español en el Atlántico y su promesa de apoyo a los rebeldes holandeses.

Los vigías de Drake se dieron cuenta de la presencia de unos botes que dejaban Vigo y remontaban la ría, señal de que los españoles le iban a denegar su petición de víveres. Dispuso que un grupo de asalto formados por oficiales amigos y parientes. Se apoderaron de parte del botín, aunque no era de mucha estimación: vino, azúcar y demás productos básicos, así como una cruz de plata y casullas de la colegiata, lo que Drake calificó de «pillaje habitual».

Coia y Teis

Después, el día 20, desembarcó la infantería en un amplio arco que iba de Coia a Teis, y tomaron la villa sin apenas resistencia, donde dieron rienda al furor iconoclasta propio de los luteranos, en iglesias y conventos de Vigo y sus alrededores, así como las casas de los vecinos, sin misericordia. Su conducta desordenada llevará a Careil, más tarde, a dictar una orden con directrices de comportamiento para la soldadesca. Apenas encontraron oposición puesto que la mayoría de la oblación había huido. La crueldad se desató por ambas partes. A un inglés marino mercante que por casualidad entró en el puerto lo sorprendieron robando en una casa. Ente algunos vecinos estrangularon al desventurado vándalo y la cortaron la cabeza.

En un pasaje dice que el botín ascendió a 6.000 ducados, aunque las perdidas fueron mayores debido a las propiedades destruidas. En otro (quizás distinta fuente) afirma que solo las iglesias de la localidad perdieron 7.000 ducados, cera para velas, así como ornamentos de oro y plata.

Drake mantuvo a la flota una semana más, haciendo acopio de agua y comida. El barco de pesca que habían capturado a su llegada fue repartido entre la escuadra, mientras que de la embarcación se hicieron astillas para leña. En el puerto apresaron a una segunda embarcación llena de pescado que fue requisado.

Ante la llegada de don Luis Sarmiento, conde de Gondomar, con milicias de Portugal y vasallos suyos, se pactó el canje de rehenes que se habían intercambiado al inicio de las conversaciones, y la flota zarpó hacia la boca de la bahía. El día 22 de junio se levantó un viento del norte propicio para la navegación con lo que el grueso de la armada se hizo a la mar.

El limitadísimo éxito de toda la campaña suscitó el desagrado de la reina Isabel I de Inglaterra. Ya lo había intentado antes con la toma de la villa de Baiona (1585) sin éxito, pero el pirata ascendido a noble, terror de la Mar Oceana, nunca más volvió a depredar Vigo.

Historiador y miembro fundador del Instituto de Estudios Vigueses