El drama que repunta en Vigo: una pareja de hecho pleitea cada día por la custodia de los niños

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M. Moralejo

Hay litigios incluso por celebrar la comunión del menor a espaldas de la otra familia

11 oct 2023 . Actualizado a las 00:49 h.

Cuando una pareja de hecho rompe su relación y dejan de convivir, cada uno hace las maletas y sigue su propio camino. Todo esto se complica si hay hijos comunes de por medio. Una media de 360 parejas de hecho con hijos comunes y que han roto su relación acuden cada año a los tribunales de Vigo para que el juez decida a qué progenitor otorga la guarda y custodia de los menores si no hay acuerdo para la compartida y cuál debe pagar la pensión de alimentos. Cada día entra una nueva demanda.

En los bufetes de Vigo saben que hay progenitores «muy combativos que se pelean por casi todo, por las vacaciones, por la pensión, y que en nada se diferencian de las parejas casadas». El abogado Brais González Barros tiene un reciente caso donde los padres discuten por una fiesta de comunión. «Tengo una demanda en curso en la que un progenitor pleitea contra otro por la comunión del menor porque la celebró igualmente a espaldas de la otra familia y sin autorización judicial porque la pidió y no se la concedieron. Es algo que, obviamente, va a traer mucha cola», dice. Omite más datos para salvaguardar la intimidad del cliente.

En los últimos ocho años y medio, las parejas de hecho han entablado 2.903 litigios por los niños, de los que 1.520 (el 52,3 %) han terminado en una batalla judicial por desavenencias. En otros 1.383 casos, los padres separaron sus caminos de forma amistosa y se limitaron a acudir al juzgado a firmar el convenio.

La abogada Ana García Costas explica que en estos pleitos se dirime, sobre todo, la guarda y custodia «aunque cada vez se resuelve en mayor porcentaje por la custodia compartida y por la pensión de alimentos cuando es compartida y hay desequilibrio económico entre los progenitores». Otro desacuerdo habitual, señala García Costas, es que, incluso en el caso de la custodia compartida, hay conflicto por quién usa el domicilio familiar.

Cuando hay desacuerdo, muchos progenitores solicitan al Imelga un informe psicosocial para evaluar con qué progenitor estará mejor el niño. «Precisamente, se piden para oponerse a las compartidas, pero es muy complicado que los admitan. Hay mucho atasco y retrasa la resolución de medidas sobre los menores, demasiado», explica García Costas.

«En ocasiones, es mejor tener algo regulado de forma rápida para evitar que el conflicto aumente y se cronifique, por lo que hay que valorar si es mejor una resolución menos ajustada pero que permita mantener una relación con los niños de ambos progenitores en un tiempo prudente», añade la abogada. Precisa que los informes psicosociales «se retrasan mucho, aunque en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer es un poco más rápido».

El abogado Alberto Muñoz resalta que, al menos en Galicia, «los hijos de las parejas de hecho tienen los mismos derechos que los de las casadas aunque es otro procedimiento en el que hay que adoptar medidas y es más lento».

El número de casos que llegan a los tribunales está bajando desde el 2015, año que tocó techo con 390 pleitos de este tipo, frente a los 288 del año pasado (cayeron un 26,1 %). Se pasó de tener una demanda al día a solo 0,8. Sin embargo, en lo que va de año, la media ha vuelto a repuntar a un nuevo litigio diario.

Otro dato a tener en cuenta es que desde la pandemia del 2020 se produjo un cambio de tendencia y se contabilizaron cada año más rupturas que se cerraron con un acuerdo amistoso. Una tendencia que se ha invertido este año, porque entre enero y junio, se contabilizaron 179 casos y, de estos, en 95 hubo desacuerdos frente a los 84 donde prefirieron sellar un pacto.