«No tenemos ni para una bola de Navidad, nos deben tres sueldos»

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

L C LLERA

Veinte empleados del gimnasio Coliseum se ven abocados a la calle después de treinta años de servicio de las instalaciones

23 nov 2023 . Actualizado a las 23:15 h.

Los veinte trabajadores del gimnasio Coliseum, uno de los principales de la ciudad con 700 socios, llevan tres meses sin cobrar a las puertas de la Navidad. El cierre de la instalación situada en el Arenal, que llegó a tener más de 2.000 socios, está previsto para el día 30 de noviembre después de 33 años de trayectoria en los que la empresa prestó servicio a miles de personas y cientos de niños que han aprendido a nadar en su piscina climatizada gracias a las enseñanzas de los monitores.

«Nos deben tres sueldos y atrasos de los años 2021 y 2022», señalan los empleados, que explican que estos atrasos se deben a que se pagaba por debajo de la media del convenio del sector y hubo que actualizar las tablas salariales. En este gremio hay cuatro grupo profesionales y dos categorías en cada uno de ellos. Los que menos cobran superan los 15.000 euros al año y los que más están por encima de los 20.000, según las tablas del pasado año.

La empresa presentó un concurso voluntario de acreedores que fue admitido a mediados de septiembre por el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra, con sede en Vigo. Este abrió un plazo para presentación de ofertas por la unidad productiva, que se valoró en medio millón de euros, pero quedó desierta la semana pasada. 

Pistas de pádel

Muchas de las máquinas que tiene el gimnasio para hacer deporte no son prioridad de la empresa, sino que están alquiladas mediante el sistema de renting ya que la maquinaria de estos centros evolucionan mucho y hay que actualizarlas cada cierto tiempo para no quedarse obsoletos frente a la competencia. Ahora, el juzgado de lo mercantil tiene que liquidar la empresa ya que no va a continuar acuciada por las deudas. Desde la pandemia la situación era mala económicamente y perdieron más de la mitad de socios. Las pistas de pádel se tuvieron que cerrar y no reabrieron por falta de licencia. En verano las bajas fueron masivas ya que muchos usuarios se van de vacaciones o a sus segundas residencias. Los trabajadores consideran que ya en estas fechas debían haberles avisado de que no podían seguir con la empresa. «Ha habido una mala gestión del gimnasio», aseguran. Sea como fuese, los empleados se encuentran en vísperas de las fiestas abocados a la calle y sin dinero. «No nos han dejado ni para comprar una bola de Navidad», aseguran fuentes de la plantilla que quieren que cuanto antes se resuelve el concurso definitivamente y puedan cobrar sus emolumentos a través del Fondo de Garantía Salarial, que es la única salida que, al parecer, les queda.

Han sido numerosas los usuarios que han expresado su pena por el cierre que se va a producir «La tristeza estos días se ha apoderado de todos nosotros. Este cierre supone un cambio en la vida de muchas personas», señala María José Lorenzo. Esta usuaria explica que la zona centro de VIgo se queda sin una piscina de agua salada en unas condiciones inmejorables. El cierre afecta a todas las generaciones porque la actividad empieza con personas que acuden a la piscina antes de ir a trabajar y luego hay clases de Aquagym para jubilados y por la tarde hay cursos de natación para niños.