La pieza de Óscar Cruz García y Pablo Paradinas Sastre forma parte de TAC! Festival de Arquitectura Urbana
08 jun 2024 . Actualizado a las 09:31 h.Una batea del tamaño de una batea ocupa desde hace dos días la Porta do Sol. La plataforma mejillonera se une a la querencia de Vigo por desligar los objetos de su entorno natural, como el barco Alfageme en la rotonda de la avenida de Castelao, pero en este caso, será solo durante un mes.
La pieza forma parte de TAC! Festival de Arquitectura Urbana, una iniciativa impulsada por el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana con la colaboración de la Fundación Arquia, que ha seleccionado los proyectos ganadores del concurso de ideas para la construcción de los dos pabellones temporales de su tercera edición, que ha recibido un total de 127 propuestas, el número más alto hasta la fecha.
Bajo el título ¡Qué faena(r)!, los arquitectos Óscar Cruz García y Pablo Paradinas Sastre instalan su pabellón en Vigo (del 13 de junio al 14 de julio en la Porta do Sol de Vigo; y al sur de España hay otra obra elegida, La Sal , de José Rodríguez y Carlos Montes González, que se acomodará en San Fernando (Cádiz), del 23 de septiembre al 14 de octubre. El primer premio de TAC! tiene una dotación de 15.000 euros para cada equipo, que podrá llevar a cabo sus respectivos proyectos con un presupuesto base estimado de 90.000 euros para la ejecución del pabellón.
¡Que faena(r)! plantea en Vigo un encuentro entre naturaleza y artificio, tradición y mediación a través de la estructura de la batea, a la que se suma una cubierta que alude al sistema de pesca tradicional como reclamo y cobijo de actividades.
La diseñadora gallega Amalia Puga y la asociación de Redeiras Atalaia de A Guarda elaboraron la cubierta del pabellón temporal y Fran Millán y su equipo de Frouma Atlantic Wood construyeron la plataforma con madera proveniente de las propias bateas.
Desde una perspectiva social y divulgativa, la iniciativa de los arquitectos Óscar Cruz García y Pablo Paradinas Sastre «estudia lo vernáculo proveniente de la tradición aplicada a un territorio que se creía consolidado» y, por otro lado, «establece un diálogo con las nuevas prácticas arquitectónicas como principal motor de cambio en un espacio público con unos nuevos condicionantes topográficos, climáticos, sociales, económicos, demográficos y productivos», explican.
Además, una vez terminado el festival, el proyecto propone trasladarse a la praia do Cocho, el Alcabre, «a modo de plataforma recreativa para fin de alargar su vida útil y evitar la gestión de residuos». El segundo premio se otorgó al proyecto Float, de Miguel Herreras y Valerio Di Festa; intervención compuesta por una cubierta hinchable suspendida de una grúa móvil inspirada en la industria portuaria local.