Treinta viviendas que se venden a bajo precio en Vigo y su entorno esconden pegas
02 oct 2024 . Actualizado a las 01:04 h.Un ciudadano de Vigo compró hace unos meses una vivienda en Coia por tan solo 62.000 euros y después descubrió, muy a su pesar, que no la podía habitar. La razón es que allí vive una persona que la tiene en usufructo. En la inmobiliaria le habían dicho que era una okupa pero, en realidad, la moradora tiene unos derechos legales adquiridos sobre la vivienda. Un juez determinará si el comprador podrá disfrutar de la posesión del inmueble que ha comprado o tendrá que esperar a que fallezca la persona que vive allí con su familia, mientras le paga conceptos como el IBI.
En el mercado inmobiliario de Vigo y su entorno hay varias gangas como esta, que no son lo que parecen. Porque detrás de un precio muy atractivo e incluso irreal para los tiempos que corren, se esconden problemas que pueden convertir la inversión en una ruina.
Hay viviendas que se ofrecen por precios que oscilan entre 30.000 hasta los 75.000 euros. Todas tienen en común alguna pega que hace que animarse a comprarlas sea un riesgo. Nadie regala duros a cuatro pesetas o al final lo barato sale caro, son dichos populares que perfectamente podrían aplicarse al mercado inmobiliario.
En el portal inmobiliario Foto Casa hay 28 inmuebles a la venta por menos de 75.000 euros. Por ejemplo, anuncian un piso de 85 metros cuadrados en la calle Torrecedeira que se ofrece por 52.500 euros. Avisan a los posibles compradores que la parte vendedora no es la propietaria del cien por cien en pleno dominio. La operación es de alto riesgo. El comprador debe estar preparado no solo para gestionar las complejidades jurídicas, sino también para lidiar con posibles conflictos con otros copropietarios y asumir gastos adicionales significativos para regularizar y adecuar el inmueble.
En el barrio de O Calvario, a un paso de la calle Martínez Garrido también se ofrece una vivienda de 110 metros cuadrados por 35.000 euros. La casa se encuentra en un estado ruinoso y está además afectada por un Peri, lo que conlleva riesgos como posibles expropiaciones, restricciones para reformas y fluctuaciones en el valor de la propiedad.
Por 33.000 euros se vende otra vivienda en el camino Redomeira. Las fotografías del inmueble dan cuenta del estado cochambroso en el que se encuentra.
En el polígono de Torneiros, en O Porriño, también hay un piso por 43.000 euros. La complejidad en este caso es que está okupado. Al no poder entrar el tasador, no es posible obtener una hipoteca para este inmueble.
Lo que aconsejan los expertos es buscar un buen asesoramiento antes de dar el paso. José Luis Amigo, de la Inmobiliaria Amigo, en la rúa Alfonso XIII, señala que los verdaderos chollos se cuentan con los dedos de una mano y son difíciles de conseguir. Estima que una de cada cien viviendas que salen al mercado pueden tener esta consideración. «Un precio un 20 o un 25 % menor al del mercado ya se puede considerar una ganga», afirma. En la mayoría de los casos, este tipo de ofertas provienen de herencias. En ocasiones, como alternativa a males mayores, los herederos quieren vender rápidamente la propiedad, aunque ello suponga una rebaja sustancial en el precio, para terminar así con tensiones familiares.
Otras veces, los precios bajos responden a que las viviendas pertenecen a fondos buitre o entidades bancarias y están okupadas. «Casi siempre, los inquilinos son personas vulnerables. No resulta fácil echarlos, tanto económica como éticamente», señala Amigo. El recomienda no comprar este tipo de viviendas para evitar complicaciones futuras.
En otras ocasiones, viviendas en estado ruinoso se ofrecen como chollos inmobiliarios que, en realidad, no lo son. «A la hora de la verdad, si la vivienda se acondiciona, sumándole el precio de las reformas, sale casi como comprar una nueva», señala este experto. Opina que el resultado final seguramente no merecerá la pena porque suelen ser viviendas antiguas con el condicionante de que no tienen garaje ni trastero o no reúnen las condiciones de accesibilidad que la normativa exige en la actualidad. Considera que lo ideal es comprar las viviendas vacías, o sin okupas o arrendamientos complicados. Adquirir un inmueble en el que vive un inquilino con un contrato en regla puede suponer una rebaja de un 5 % sobre el precio inicial.