Un acusado de abusar de su hija de 13 años: «Es una mentirosa, se inventó que le hacían bullyng en el colegio»
VIGO CIUDAD

La defensa intenta probar con unos videos de Tik Tok que la menor estaba feliz bailando reguetón días después de los supuestos abusos
12 mar 2025 . Actualizado a las 12:03 h.El acusado de abusar de su hija negó que hubiese tocado a la menor, de 13 años, en la cama mientras ella estaba en pijama en agosto del 2020. La vista ha comenzado este martes en la Quinta Sección de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo. Afronta más de cinco años de cárcel y lo niega todo: «Es una mentirosa, se inventó que le hacían bullyng en el colegio». Añade que había una mala relación con la madre, que tenía la custodia de los niños.
El hombre, un divorciado que no tenía la custodia, dice que tras ver juntos una película en casa, los niños se fueron a la cama y él comprobó que estaban arropados. «Desde los pies de la cama, la tapé, nada más. Es imposible tener acceso desde otro sitio porque no hay hueco», alegó el acusado. A la mañana siguiente, se levantó para trabajar y les preparó el desayuno. «Vi que estaba todo correcto», insistó. «Es posible que esa mañana viese a mi hija destapada y la tapase», admitió ante preguntas del fiscal. Al día siguiente, lo llamó la UFAM (policía de menores y malos tratos) para interrogarlo en comisaría. Nunca volvió a ver a su hija, que entonces tenía 13 años. «Ella incluso había pedido a la madre quedarse más conmigo, que estaba más cómoda en mi casa que donde estaban viviendo. Nunca tuvo enfrentamientos conmigo, no me explico por qué puso la denuncia», indicó en el juicio.
El acusado no se explica porqué la menor lo denunció. «Era una niña estudiosa y aplicada pero mentirosa por un detalle de acoso escolar y me comentó en que un compañero le hacía bullyng y la marginaban. El colegio abrió un expediente y determinaron que no existía. Tengo la certeza de que era inventado, la llevamos a una psicóloga y determinó que no había nada», declaró ante el fiscal.
El acusado añadió otro episodio: fueron a montar a caballo y, en una parada en la autopista, le contó por teléfono a su madre que ya estaban en casa cenando.
La madre lo había denunciado anteriormente y fue detenido en su casa «delante de los niños» en mayo del 2020. Cuando pudo ver a la niña, habló con ella y le explicó los cargos que le imputaban. «Ella dijo que no le parecía bien por las humillaciones y amenazas de su madre con el propósito de quitarme los niños», indicó el acusado.
El implicado indica que tenía mala relación con la madre. «Ella me dijo que yo ya sabría lo que era estar mal», contó en el juicio. Relató que, tiempo atrás, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo le impuso una orden de alejamiento de cien metros pero el caso, finalmente, fue archivado. La exmujer luego lo denunció por tocamientos mientras ella estaba dormida en su cama de dormitorio y por maltrato psicológico, lo que también fue archivado. «La posterior denuncia de mi hija es calcada a la de madre», explicó el acusado. La declaración de la denunciante se celebró a puerta cerrada.
El abogado del acusado propuso a la Audiencia presentar como nueva prueba dos vídeos de la víctima, entonces de 13 años, bailando reguetón, salsa y pop y que fueron colgados por una prima suya en TikTok cinco días después del supuesto abuso. Fueron visualizados por el tribunal al inicio del juicio para valorarlos y la Fiscalía vio inasumible que esos vídeos prueben que no hubo abuso y porque no constan las fechas o su posible manipulación. El tribunal los admitió y los valorará en sentencia.
La defensa también quiso presentar unas fotos y vídeos de la habitación y de la cama donde, supuestamente, ocurrieron los abusos, y que fueron admitidos por el tribunal. Además, propuso una exploración para valorar la credibilidad de la denunciante, ahora mayor de edad pero la Fiscalía replicó que en su día no se pudo practicar porque los psicólogos perdieron las notas y, por otra parte, ahora ya tiene mayoría de edad. Por tal motivo, el tribunal rechazó la valoración de la credibilidad de la joven.
La Fiscalía de Pontevedra pide cinco años y 4 meses de prisión para el acusado de un delito de abuso sexual a menor de carácter continuado, prevaliéndose de una relación de parentesco al ser ascendiente directo de la víctima. Los hechos sucedieron en agosto de 2020 en el domicilio en la residencia común. La Fiscalía reclama que el acusado indemnice a la víctima en la cantidad de 10.000 euros por daños morales.
El Ministerio Fiscal solicita, además, para el acusado la pena de 7 años de prohibición de aproximación a la víctima y a su domicilio, o a cualquier lugar donde se encuentre, a una distancia no inferior a 300 metros; así como la pena de prohibición de comunicación por cualquier medio con la víctima por período de siete años. Además, reclama su inhabilitación especial para el ejercicio de los derechos de patria potestad, tutela, curatela, guarda de hecho o acogimiento de menores por período de cinco años. También pide la inhabilitación especial para el ejercicio de empleo o cargo público, profesión u oficio que conlleve contacto regular y directo con menores por período superior en cuatro años al de la pena de prisión que se pudiera establecer, y libertad vigilada (prohibición de aproximación y de comunicación, obligación de sumisión a programas formativos de educación sexual) por período de cinco años.