Alrededor de 400 incondicionales, con la peña Blau Celta como anfitriona, arroparon al Celta en un partido con final feliz en el que les tocó sufrir de lo lindo
El entrenador del Celta destaca que su equipo se puso «el mono de trabajo» frente al Sant Andreu, siempre con la convicción de que podían pasar de ronda en Copa