La euforia por la victoria del Sevilla dejó en Turín curiosas imágenes como el apasionado beso entre el capitán sevillista y su compañero de equipo en el momento de recoger la copa
El equipo portugués ha perdido ocho finales desde que el entrenador húngaro hizo su famosa profecía de que no volverían a ganar un título europeo sin él