Este matrimonio fenés, dupla también en la pista, compró su primer coche de competición hace dos décadas. Con dos hijas, de cinco y seis años, y sus respectivos trabajos, se las ingenian para poder seguir abriendo camino en el mundo del motor
El naronés, que se inició en el desenso de carrilanas y comenzó a brillar con su mujer de copiloto, compagina las carreras con su Alpine con la conducción de la grúa de asistencia de la empresa familiar
Con 20 años, el malpicán Iván Moscoso se puso de autónomo, a los 22 montó su taller, y ahora sigue disfrutando de su pasión por el motor en carcrós a nivel nacional