Si aún no sabes que comprarle por el Día del Padre, la opción de encerrarse en la cocina siempre funciona. Empieza con un desayuno completo, con un aperito original -como unas alcachofas en tempura con jamón ibérico-, un menú que quite el hipo -con una crema de calabín con mejillones de primero y un jarrete con patatas de segundo-, y postre para endulzarle el ánimo -como las tartas temáticas que se pueden encontrar en El Corte Inglés-