Hannibal Lecter 30 años del psicópata que aterrorizó a una generación
Créeme, no quieres a Hannibal Lecter dentro de tu cabeza». Esa frase que pronuncia un agente del FBI en la página 10 del guion de El silencio de los corderos fue suficiente para que Anthony Hopkins se decidiese a interpretar al personaje que hace 30 años se convirtió en el protagonista de las pesadillas de una generación.ntho
Según cuenta, su representante le envió el guion al teatro de Londres donde entonces estaba trabajando y solo le dijo que Jodie Foster formaba parte del proyecto. Ella acababa de ganar un Oscar por Acusados, motivo que a Hopkins le pareció suficiente para empezar a leerlo de inmediato. Al poco rato estaba llamando a su agente, que le matizó: «No es un gran papel», en referencia a que solo aparece 25 minutos en pantalla. «Me da igual».
El resto es historia del cine. Pero, por si alguien no lo recuerda (en España se estrenó el 19 de septiembre de 1991), el guion está basado en una novela de Thomas Harris y la trama consiste en que una joven agente en formación del FBI, Clarice Starling, busca la ayuda de un sofisticado asesino, el doctor Hannibal Lecter, psicópata y antropófago, para poder capturar a otro asesino en serie, apodado Buffalo Bill.
Dirigida por Jonathan Demme, la película es una de las tres que ha ganado los cinco grandes Oscar: mejor película, director, actor, actriz y guion adaptado. Las otras que lo consiguieron son: Sucedió una Noche, en 1934, y Alguien voló sobre el nido del cuco, en 1975. El silencio de los corderos es, además, el único filme de terror que ha ganado el galardón de la Academia a mejor película.
Hopkins, dice, tuvo clara enseguida la voz que debía imprimirle al personaje, los movimientos o la casi falta de ellos... Puesto que era 'un monstruo', había que crear un caballero, pensó. Todo ello aderezado con detalles como ese inquietante sonido de sorber sesos, que no estaba en el guion.
El actor también contó hace poco por primera vez que la actitud de Hannibal la tomó de un profesor de interpretación que él mismo había tenido: «Era carismático, pero letal. Podía destrozarte. Esbozaba una sonrisa y decía 'no, hazlo otra vez'». Hannibal también repite: «No, Clarice», desquiciando a la joven agente del FBI.
Aunque lo revelado por Hopkins no era sabido hasta hace unos años, el profesor en cuestión, explicó el actor, sí se reconoció en el personaje y llamó a su antiguo alumno para decírselo.
Hopkins contó hace poco que la actitud de Hannibal la tomó de un profesor de interpretación que él mismo había tenido: «Era carismático, pero letal. Podía destrozarte»
El guion de El silencio de los corderos le llegó a Hopkins 'de rebote'. La que tenía un interés de origen por llevar la novela al cine era Jodie Foster. De hecho, la actriz intentó comprar los derechos de la novela de Harris mucho antes, pero se le había adelantado Gene Hackman, con la productora Orion. Hackman pensaba dirigir la película e interpretar a Hannibal él mismo, pero cuando leyó el guion creyó que no debía implicarse en algo tan 'malvado'. Orion llamó entonces a Jonathan Demme para dirigirla. Y él le ofreció el papel de la agente Clarice a Michelle Pfeiffer, con la que había trabajado en otras ocasiones, pero esta lo rechazó por similares motivos que Hackman. Jodie Foster tuvo que ser proactiva, llamar a Demme y dejarle muy claro que ella sí estaba interesada. Y, obviamente, lo convenció.
Demme llamó entonces a Sean Connery para interpretar a Hannibal, pero al exagente Bond también le pareció un personaje demasiado desagradable.
Por cierto, el personaje de Lecter no está basado en ningún psicópata real; salió de la mente de Harris. No así Buffalo Bill (interpretado por Ted Levine), que era una combinación de tres asesinos en serie norteamericanos de la época.
Hopkins cuenta que le preguntó a Demme por qué pensó en él para el papel. Le respondió que porque le había visto en Elephant man interpretando a Doctor Treve, «un buen hombre». Hannibal, creía Demme, era un buen hombre atrapado en un cerebro demencial.
El director vio ratificada su decisión al empezar a rodar. Cuenta Hopkins que en la escena en la que Hannibal aparece por primera vez, en la prisión a donde va a buscarlo la agente Clarice, Demme le consultó cómo quería aparecer: leyendo, pintando... Hopkins respondió que de pie en el centro de la celda. Jonathan le preguntó por qué. «Porque puedo olerla cuando camina por el pasillo». «¡Estás loco!», dijo un asombrado pero satisfecho Jonathan Demme.
Etiquetas: Actores de Hollywood
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